Consejos para escritores + Cómo escribir un libro

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Escribe como siempre has querido.

Escribe terror
Escribir historias de terror

Escribir historias y cuentos de terror

Si hay un tema que jamás pasará de moda, es el terror. Yo misma soy adoradora de este género. Tengo casi todos los libros del Rey del Terror, Stephen King. Y, la verdad, es uno de mis escritores favoritos. Tiene libros malos, como todos, pero tiene obras que cualquier amante de la literatura tiene que leer. Con respecto al retrato humano, lo borda. Sus personajes siempre resultan creíbles, sean buenos, malos, tontos, listos, monstruos o de otro mundo. Si quieres escribir historias de terror, tienes que leer historias de terror.

Pero a lo que iba. El género de terror es un género vivo. Y es precisamente esa fama, ese gusto generalizado, lo que hace que sea difícil encontrar buenas obras. Todo el mundo escribe terror. Y todo el mundo no es escritor.

Si tú quieres escribir terror, lo primero que tienes que hacer es leer. Leer cada obra que tengas oportunidad, porque los escritores tenemos que darle alimento a la mente y tenemos que ejercitarla. Puedes pensar, que un escritor ha de entrenarse escribiendo, pero, déjame decirte, que una parte muy importante del entrenamiento, viene de la lectura, no de escribir. Y por supuesto, no de una lectura de ocio. Tienes que aprender a tener una lectura crítica. Eso no le va a quitar la gracia a leer, te lo aseguro, al contrario, va a ser una experiencia mucho más rica.

Aunque me queda mucho por aprender, he escrito muchos relatos de terror, aunque todavía no me he atrevido con una novela. Si quieres leer alguno de mis relatos de terror, puedes hacerlo aquí, en La biblioteca de los simios.

Pero vamos a ver algunos detalles que debes tener en cuenta, a la hora de abordar una historia de terror.

EL MIEDO – CONOCE EL TERROR para escribir sobre él.

miedo

Del lat. metus ‘temor’.

1. m. Angustia por un riesgo o daño real o imaginario.

Según la RAE

Quien busca una historia de terror, lo hace para pasar un mal rato. Le da miedo y sabe que va a pasarlo mal. Pero es parte de la gracia de leer terror. Tu trabajo consiste en crear una atmósfera que aterre al lector. Y habrás hecho bien tu trabajo, si ese lector, se ve obligado a encender las luces de su dormitorio, el mismo día que leyó tu historia de terror. Puede ser triste vivir de asustar…, pero así es el terror. Y si quieres escribir terror, tienes que crear miedo en tus lectores.

Una de las claves del éxito, radica en dar con ese miedo universal, con lo que asusta a la humanidad por igual. No puedes asustar a una cultura con lo que asustas a otra (menos en el caso del terror japonés, eso asusta a cualquiera, tenga las raíces culturales que tenga). Si quieres que tu obra perdure, necesitas ese terror universal para lograrlo. Pero, si lo deseas, puedes escribir relatos de terror que sirvan en tu cultura. Si utilizas una historia más limitada, por temas culturales, es posible que no encajes bien en otros países, pero si trabajas bien tu historia, te preocupas de que esté bien escrita y documentada, puedes lograr gustar a un público amplio.

Veamos unos detalles sobre el miedo para tenerlo en cuenta a la hora de escribir historias de terror.

Existen miedos instintivos, que son comunes a un espectro amplio de población. Entre estos miedos, tenemos:

  • Miedo a la oscuridad.
  • Fobias a ciertos insectos o animales.
  • El miedo a la muerte.
  • El miedo a lo desconocido.
  • Miedo a la soledad.
  • El miedo al dolor.

Como ves, son miedos que nada tienen que ver con cosas sobrenaturales ni fantasmas, ni apariciones. El terror no tiene por qué estar relacionado con nada irreal. Ese terror, bien explorado por el autor, puede servir en muchas culturas diferentes. Porque son miedos innatos que el ser humano lleva en la sangre.

También existe el terror hacia seres sobrenaturales, monstruos o entidades. No lo olvides a la hora de escribir.

Aquí desempeña un papel muy importante el folclore popular. En diferentes países y regiones del mundo, encontramos toda suerte de leyendas sobre seres malignos, que se dedican a atormentar la vida de los mortales.

Son miedos comunitarios, que escapan de la razón y que, aunque pensemos que no son reales, nos aterran como si nos estuvieran esperando debajo de la cama.

Aquí estaríamos hablando de terror clásico:

  • Vampiros.
  • Hombres lobo.
  • Fantasmas.
  • Brujas.
  • Demonios.
  • Etc.

Si te gustan los relatos y las historias de terror clásicas, puedes leer este artículo que publiqué hace tiempo, en él hablo de monstruos clásicos que son conocidos gracias al cine, pero que nacieron en la literatura. Tengo pendiente escribir una segunda parte, que espero publicar pronto.

Existe otro tipo de historias de terror, mucho más realistas, que abordan temas de actualidad, terrores que se van formando en la sociedad ante cambios o situaciones que ponen a prueba a la humanidad.

Podríamos llamarlos, miedo a lo que puede pasar. Aquí tienes un gran filón para escribir terror.

  • Las pandemias.
  • Enfermedad.
  • La guerra.
  • Las tormentas solares.
  • Inundaciones.
  • Incendios.
  • El hambre.
  • Etc.

Son temas que causan verdadero terror, aunque no están dentro de lo que consideramos terror clásico, que siempre asociamos a cuestiones sobrenaturales y más psicológicas. Pero eso no significa que no podamos abordar una historia de terror desde esta perspectiva. Y a esto sí que le debemos tener miedo, porque son situaciones que vivimos con más frecuencia de la que pudiéramos desear.

Y también tenemos el terror psicológico. Ese miedo es muy explotado en los thrillers.  Pero es un terror que podemos extrapolar a cualquier historia enmarcada en este género. Y, en mi opinión, si sabes usar el terror psicológico, tus obras pondrán los pelos punta a cualquiera.

Sin olvidar el terror sanguinolento. Para algunos es más asqueroso que terrorífico, pero es un clásico del género.

Algo que debemos tener en cuenta a la hora de escribir terror, es la atmósfera. Si no sabemos ambientar bien nuestra historia, corremos el riesgo de no lograr el efecto deseado. Pasar de algo terrorífico a algo ridículo es muy sencillo.

Piensa en Drácula, con su castillo tenebroso, esos bosques de los Cárpatos, ese viaje en calesa del pobre Johnathan Harker… ahora, en lugar de ese castillo, sitúalo en el centro de tu ciudad y ese viaje en calesa, cámbialo por un paseo por una calle repleta de gente.

La cosa cambia, ¿verdad?

¡Ojo! No significa que no puedas escribir una historia de terror con esos escenarios. El límite está en tu capacidad de crear. Pero lo que rodea a la novela Drácula, ya es tenebroso de por sí. Lo que crea el ambiente perfecto para lo que se quiere contar.

¿Lo ves?

Eso es en lo que tienes que trabajar. En la ambientación perfecta para tu historia. Y como, eres tú quien tiene la historia, eres tú quien debe encontrar la ambientación perfecta.

En los diferentes géneros o subgéneros, ya están establecidos ciertas premisas. Existen escenarios que están asociados a determinadas historias. Puedes hacer uso de esta ventaja, para ahorrarte poner en situación al lector. Pero si tienes capacidad para ello, ¿quién sabe si no puedes inventar nuevos clásicos? Lo que quiero decir, es que no te quedes con lo establecido, y no pasa nada si lo coges para tu historia de terror, pero intenta ser original y así lograrás destacar entre los demás.

Como escritores, tenemos que aspirar a crear nuevas sendas y dejar las transitadas para los que se conforman.

Puedes hacer uso de muchos elementos con los que crear tensión en tu historia de terror. Si el personaje tiene familia, ponerla en peligro hará que tus lectores se muerdan las uñas. Si está solo, enfréntalo a monstruos o a sus miedos, para que el lector se agarre a las páginas de tu libro, cuando, ese inocente niño, que teme la oscuridad, se adentra en ella, para salvar su vida. Y no olvides el misterio. Esas historias, en las que un fantasma aterroriza al protagonista, hasta que descubre algo sobre ese fantasma y logra encontrar la forma de enfrentarse a él o de ayudarlo. No todo tiene que ser feo en una historia de terror. Y qué decir del terror psicológico. Ese psicópata, que tiene encerrada a su víctima en el sótano, que sale a comprar un hacha para terminar con ella… lo logrará, no lo hará…

El narrador

El punto de vista es muy importante en una historia de terror. Escribir desde un narrador en primera persona causa sensaciones muy diferentes en el lector que hacerlo desde la tercera persona.

Analiza bien tu historia. Piensa detenidamente sobre qué quieres contar y qué sensación quieres despertar en los lectores. El narrador va a marcar el tono de la historia y la estructura.

La primera persona es muy intensa, pone al lector tras los ojos del protagonista. Sufre con él.

La segunda persona es muy invasiva. El narrador habla directamente a alguien que el lector puede interpretar como a él mismo. Puede ser que el lector se sienta incómodo y que no quiera seguir leyendo, cuidado con el uso de la segunda persona.

La tercera persona, bien utilizada, es tan buena como la primera. Si sabes narrar, no dudes en usarla.

Nunca menosprecies el uso de varios narradores. Puedes tejer una gran historia haciendo uso de este recurso. Cada personaje narra su parte de la historia y el lector las une en una.

Y no olvides, que los narradores no tienen por qué contar la verdad al lector, o toda la información que conocen. No se trata de engañar al lector tomándolo por tonto, se trata de confundirlo, de tejer una fina telaraña en la que se sienta seguro y en el momento preciso, hacerle ver que ha caído en la trampa. Para usar un narrador mentiroso o poco fiable, tenemos que saber muy bien lo que estamos haciendo.

Y por ahora, esto es todo lo que vamos a ver sobre las historias de terror. En el siguiente artículo, voy a continuar el tema y a explicar qué pasos hay que dar para escribir relatos de terror. Esos pasos, serán los mismos para escribir una novela de terror, pero siempre más elaborados y extendidos en el tiempo.

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Cómo escribir un artículo para tu blog
Si quieres tener un blog, necesitas saber cómo escribir un artículo que atraiga a tus lectores.

¿CÓMO ESCRIBIR UN ARTÍCULO PARA TU BLOG?

Escribir, eso que todos creemos que sabemos hacer, porque hemos aprendido en la escuela, todos hemos pasado por ese momento en el que te permiten dejar de usar un lápiz y pasas a utilizar un bolígrafo. Qué sensación de poder, ¿verdad? El caso es que, porque sepas escribir las palabras que escuchas, no implica que sepas cómo escribir un artículo para tu blog.

¿Y qué tiene de complicado?

Nada, no es difícil escribir un artículo, pero tienes que tener claro cómo hacerlo si quieres que tu blog merezca la pena. ¿Por qué? Porque todos sabemos cortar, pero ¿sabes cortar filetes de una vaca? Una entera. A lo mejor eres carnicero y quieres hacer un blog sobre carnicerías, no lo sé, pero lo más probable es que no lo seas y echaras a perder la pieza, cortando unos filetes de la peor forma posible. Si eres carnicero, sabrás cómo cortar unos buenos filetes y de qué parte debes sacarlos. Si lo hicieras tú, cortarías carne que se podría comer, es carne al fin y al cabo, pero no tendrá la calidad que lograría alguien que supiera lo que está haciendo.

Puedes escribir un artículo y tener un blog, pero no lo harás bien si no sabes cómo escribir un artículo. No eres escritor, como no eres carnicero. Pero puedes aprender a hacerlo.

¿Cómo vas a aprender a hacerlo? Siguiendo los pasos que te voy a dar y practicando. Escribiendo, tú mismo irás viendo que cada artículo que escribas, será mejor que el anterior y que te resultará más sencillo hacerlo. Pero tienes que trabajar duro, porque nada que merezca la pena en esta vida, se consigue sin ganárselo. Y un blog lleva mucho trabajo, puede que mucho más del que imaginas. Escribir un artículo que los lectores aprecien, no es algo que se logre de la noche a la mañana.

Así que, vamos a ver qué pasos debes seguir para escribir buenos artículos que atraigan a tu blog miles de visitas y que te conviertan en una fuente de información indispensable para los suscriptores.

Como con todo en el mundo del blog, lo primero que necesitas es una idea

Si eres un apasionado de la temática de tu blog, no tendrás problema para encontrarla. La idea inicial es compartir lo que te gusta o lo que sabes hacer con el mundo. ¿Cómo no vas a tener ideas? Pero, es cierto, que las ideas no tienen por qué convertirse en buenos artículos que escribir. Un blog es algo más que ideas. Es una forma de mantener una relación con un grupo de suscriptores que quieren saber sobre un tema determinado y tú eres quién tiene que proporcionárselo.

Si tienes dudas, siempre puedes investigar un rato por internet para buscar inspiración. En el momento en que tengas claro qué contar, lo ideal es que sepas también el título que vas a ponerle al artículo, porque de ello van a depender las palabras clave (luego hablamos de las palabras clave) que tienes que introducir a lo largo de la redacción. Cada artículo que escribas en tu blog, debe estar repleto de palabras clave, diseminadas a lo largo del mismo, de forma regular.

Las ideas tienen que resultar de interés a los lectores. Tienen que brindarles información útil, resolverles un problema o enseñarles a hacer algo. Los artículos que escribes están ahí para eso, para que los lectores, al descubrir tu blog, cambien al leerlos, si se quedan igual que cuando llegaron, no van a volver a tu blog. Tienes que darles lo que buscan.

Haz una pequeña introducción

En un blog, la mejor forma de empezar a escribir un artículo es realizar una breve introducción que invite al lector a seguir leyendo. Aprovecha bien este fragmento, puede ser el que invite a tus lectores a seguir o a buscar en otro lado la información que necesitan. Y, además, será la parte que aparecerá en los buscadores de internet.

Una buena forma de escribir una introducción, es contar alguna anécdota, relacionada con el tema del artículo. Pero recuerda que escribes un blog. No lo hagas de forma encorsetada, sé amigable, lo que no significa que seas menos profesional. Tus lectores deben sentirse cómodos. Los blogs no tienen que ser libros de texto donde des una clase magistral sobre un tema. Son lugares desenfadados donde los lectores buscan saber sobre algo que tú sabes. Hazle ver al lector lo que va a aprender o descubrir con tu artículo, lo escribes para eso. Puedes hacer una lista con los puntos a tratar.

Dependiendo de lo que trate tu artículo, puedes exponer qué vas a solucionar con ese texto. O qué vas a contar, qué información vas a compartir. En pocas palabras, deja claro de lo que vas a hablar y lo qué va a obtener el lector (en forma de conocimiento). Procura crear expectativa, porque si haces una introducción mala, los lectores cerrarán la pestaña y volverán al buscador a seguir buscando. La introducción sirve para captar lectores, no los espantes.

Usa imágenes para que tu artículo luzca más. Harán más amena una cantidad ingente de texto y aportará un refuerzo visual a tus lectores. No vale cualquier imagen. Procura que tenga que ver con tu artículo de alguna forma. No tiene por qué ser literal, un significado que sólo puede relacionarse con tu texto (cuanto más personalizado, mejor), pero intenta que la imagen evoque eso, el tema de tu artículo. No sólo hay que escribir un artículo para mantener vivo un blog, hay que combinar lo visual con la información, porque sí, queremos información, pero nos importa cómo venga esa información.

Yo uso pocas imágenes en mi blog, porque lo que importa es el texto, lo que cuento en los artículos. Mi blog es sobre escritura y el mundo del libro y no necesito nada gráfico para reforzar mi mensaje, aunque a veces viene bien. Sin embargo, en otros blogs es muy necesario. Eso es algo que debes analizar cuando escojas la temática de tu blog y el estilo de tus artículos. Como siempre, aprovecha que puedes buscar en internet y cotillea un poco los blogs de tu temática. Así puedes ver cómo funciona la competencia y saber qué parte de ese tema no están explotando y hacerlo tú.

Nunca dejes de ser original. Los artículos que escribas en tu blog tienen que ser tuyos. Habrá miles de blogs de la misma temática, pero el tuyo lo escribes tú y eso conlleva tu estilo y tu forma de comunicar.

Ahora viene el desarrollo del artículo

Escribe el artículo que quieres compartir en el blog. Trata de crear párrafos cortos, o no excesivamente largos. Introduce palabras clave, incluidas las que aparecen en tu título, para posicionarte en los buscadores de internet. Quieres que tu artículo se mueva por la red y no se quede sólo y abandonado.

¿No sabes qué son las palabras clave?

No pasa nada. Son palabras que tus lectores potenciales van a buscar. Con esas palabras quieren encontrar tu artículo. Por eso son importantes, porque los buscadores no saben lo que tú quieres contar, ni lo que ellos quieren leer. Pero sí saben que los lectores quieren algo relacionado con esas palabras y que tu texto, si las contiene, puede ser lo que estén buscando.

¿Y qué va a mostrar el buscador? Una serie de artículos que contengan esas palabras repartidas por su interior. Por eso son importantes y debes usarlas y tener claro cuáles son las que debes usar.

Ya te habrás dado cuenta, que escribir artículos para tu blog no es cuestión baladí. Todo requiere esfuerzo y trabajo constante. Y no olvides que el aprender no se acaba nunca.

Investiga un poco sobre el tema del que vas a hablar o el problema que vas a solucionar. Cuando busques en Google, o en el buscador que utilices normalmente, vas a ver con qué facilidad lo encuentras, o lo contrario. Porque si te cuesta mucho, igual no usaste las palabras adecuadas. Cuando tengas claro qué palabras utilizar como palabras clave, intenta introducirla en tu texto de forma natural, no forzada. No sirve elegir la palabra Blog y poner un punto, la palabra, otro punto y seguir hablando. No. Tienes que crear frases donde puedas usar esa palabra. Y lo tienes que hacer en todo el artículo, en todas las partes de él. Más o menos, deberías introducirla un par de veces (mejor tres) cada 150 palabras, más o menos.

El uso de palabras clave es lo que posicionará tu artículo y dará a conocer tu blog, aunque también lo hará el tiempo que los lectores pasen leyendo tus entradas y las veces que lo comenten o lo compartan en sus redes sociales.

Por si te lo preguntas, el uso correcto de palabras clave es lo que llamamos posicionamiento SEO y es lo que vuelve loco a muchos bloggers. No te preocupes si al principio te cuesta. Si quieres saber un poco más sobre el SEO, puedes visitar este artículo. Es muy útil e interesante.

¿Y qué longitud debe tener tu texto?

Una vez más, depende de tu blog. Lo normal, es que un artículo no tenga menos de 600 palabras y más de 3000. Pero, es posible, que tu temática requiera escribir artículos largos, lo que tampoco es muy recomendable, porque los lectores no quieren pasar horas leyendo la pantalla. Puedes tomarte los artículos como una forma de compartir una información. Y no tienes por qué compartirla toda de golpe, crea una serie de artículos sobre un mismo tema. Eso gusta mucho a los lectores y creará dependencia y suscriptores.

O puedes tocar un tema por encima en un artículo, para promocionar un ebook que ahonde más en ello y que los lectores pueden descargar, gratis o pagando. Escribir artículos para tu blog debe ser gratuito, porque nadie te conoce y van a hacerlo a través de tus entradas. Si quieres ganar dinero con tu blog, es algo más a largo plazo que va más allá de escribir artículos.

¿Qué puede enriquecer mi artículo?

Una de las cosas que puedes hacer es insertar links a noticias, blogs o productos relacionados con tu artículo. Tus lectores agradecerán que lo hagas, porque los guías hacia información interesante para ellos o productos que pueden serles útiles.

Y no olvides poner enlaces a contenido de tu propio blog, así conseguirás que los lectores pasen más tiempo leyendo tu propio contenido. Sé cuidadoso cuando propongas tus links, trata de no hacerlo sobre contenido que nada tiene que ver con el tema de ese artículo. Y no tiene por qué ser exactamente relacionado con el artículo, puede ser información complementaria o algo que resulte útil a las personas que buscaban tu artículo.

Piensa que si alguien busca cómo escribir un artículo para su blog, es porque es blogger, y tú estás aquí por eso, ¿no? Si yo tuviera un artículo en mi blog, sobre plugins interesantes para blogs, podría enlazarlo. No tiene que ver con escribir artículos, pero sí con el tipo de lectores que van a leerlo. ¿Lo entiendes?

¿De qué forma puedo hacer que mi artículo despegue?

Lo que un artículo necesita para tener visibilidad, es que los lectores lo compartan, lo lean y lo comenten. Y para eso, tienes que facilitarle las cosas. Ponle fácil el compartir tu contenido. Utiliza plugins, si usas WordPress, para que en tu blog, en los artículos que escribas, aparezcan botones de las redes sociales más utilizadas. Así, los lectores de tu artículo, pueden darle visibilidad a tu blog y lo harán porque les gusta tu contenido, nadie compartiría un artículo del que no ha sacado nada bueno.

Cuando estés terminando las conclusiones de tu artículo, invita a tus lectores a realizar alguna acción. Invítales a compartir tu blog y artículo. Hazles una pregunta para que contesten en los comentarios. O pídeles que te dejen sus dudas para que les des respuesta.

Nunca termines de escribir tu artículo sin hacer un llamado a la acción. El ser humano es un ser que actúa por impulso y por órdenes. Aprovéchalo para crear esa necesidad de comentar algo sólo porque se lo piden. Si no lo haces, es seguro que nadie comentará.

Conclusiones

Como ves, escribir es fácil, pero para escribir un buen artículo para tu blog, que resulte útil a los lectores y que atraiga a esos lectores que buscas, tienes que hacerlo bien. La práctica te convertirá en un gran escritor de artículos, pero mientras sucede, trabaja duro en tu blog  y dale mil vueltas a tus artículos para que sean perfectos.

Y no olvides cuidar tu ortografía. No hay nada peor, que leer un artículo en el que encuentras faltas de ortografía. Utiliza correctores online, o de los que estén incluidos en el editor de texto que estés utilizando. Puedes usar Stilus, tiene una modalidad gratuita y otra de pago. También puedes visitar la página de la RAE, puedes comprobar si esa palabra, que tienes en duda, se escribe como crees y significa lo que piensas. Mima bien tus artículos y verás cómo tu blog empieza a crecer.

Y si necesitas un empujoncito para aprender a corregir los artículos que escribas para tu blog, puedes pasarte por este artículo que publiqué hace tiempo. Con él aprenderás a pulir ese texto que has escrito para que brille con luz propia en tu blog.

Puedes echar un vistazo a este blog: She Creates today. En él encontrarás toda clase de recomendaciones, recursos gratuitos, cursos de pago y asistencia personal, para crear ese blog que tienes en mente. Si no tienes muy claro cómo hacerlo, en She Created Today  encontrarás todo lo que necesitas, créeme, absolutamente todo.

Si te gusta el mundo de la escritura o sueñas con ser escritor, suscríbete al blog y no te pierdas ninguna publicación. Puedes visitar estos artículos para aprender diferentes formas de trabajar tus historias:

4 Consejos para escribir relatos

Aprende a darle ritmo a tus tramas

Estructura argumental

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Escribe tu Best Seller
Aprende a escribir una novela y conviértela en un Best Seller.

Si hay algo común, en cualquier empresa que nos embarquemos, es la necesidad de trabajar duro. Escribir no iba a ser menos. Para escribir algo que merezca la pena, es muy necesario trabajar. Tienes que escribir a diario, aunque sean dos párrafos. Porque la escritura crece con la práctica. Y cuanto más escribas, mejor escritor serás.

Aparte del trabajo, es también útil conocer algunas estructuras y conceptos que nos pueden ser de mucha ayuda para cimentar nuestras novelas. Para construir una casa, tenemos que cavar unos buenos cimientos y no empezar a levantarla hasta que esos cimientos estén terminados.

Escribir una novela es lo mismo. Antes de empezar a levantarla, necesitamos haber construido unos cimientos sobre los que sustentarla. Esos cimientos, ese armazón en el que se sostendrá nuestra casa, nuestra novela, es la trama. Y si la trabajamos bien, nos resultará muy fácil escribir una novela que guste y que se lea bien.

A lo mejor eres un escritor espontáneo, y eso de preparar tu novela te hace arrugar la nariz, como si olieras algo nauseabundo. Te pido que no seas tan extremista. Si quieres mejorar y crecer como escritor, deberías estar dispuesto a escuchar cosas con las que no te sientes familiarizado. Yo misma he experimentado esa sensación de ver que tienes que hacer algo, que nunca harías si estuvieras en tu estudio. Asisto a clases de dibujo y el profesor me hace dibujar cosas que nunca hubiera dibujado y hacerlo de manera totalmente opuesta a mi forma de trabajar. Al principio, yo también arrugué mi nariz. Pero hice algo que nunca había hecho: le hice caso. ¿El resultado? Que dibujé como nunca en mi vida había dibujado y me eligieron como la mejor alumna de ese año.

Pero, volvamos al tema que nos ocupa. Los Best Seller. ¿Quién no querría escribir uno? Yo no puedo prometerte que vayas a escribir uno, pero sí que puedo enseñarte cómo lo han conseguido otros.

Si hay algo en común entre los principales Best Seller, son sus estructuras. Y hoy vamos a ver 3 de las más exitosas. Coge papel y lápiz y empecemos.

La curva de Fichtean

En esta estructura, la acción comienza inmediatamente, nada más empezar la lectura. Cuando alcanza el clímax, cae la intensidad y se repite el ciclo. Tenemos continuas subidas y bajadas de tensión, que mantienen al lector en permanente expectación, llamando a su curiosidad.

El conflicto final, el encuentro en el que el villano y el protagonista se enfrentan al fin, suele verse en torno a los dos tercios de la obra. El resto de la obra, la acción es descendente y se va mostrando el cambio ocurrido en la vida del protagonista.

¿Qué tiene de bueno?

Atrapamos al lector de forma que es incapaz de dejar de leer. No dejan de suceder cosas en la obra y pasar la página se convierte en una necesidad. Los personajes permanecen en tensión y no tienen descanso. El lector quiere más. Y eso es lo mejor que nos puede pasar como escritores.

El viaje del héroe

¿Tu libro es de ciencia ficción, terror o fantasía? Esta estructura te va como anillo al dedo.

Puede que sea una de las estructuras más utilizadas a lo largo de la historia de la literatura. Así que, ya sabes, que funciona muy bien. Es una estructura clara y muy fácil de llevar a cabo.

El protagonista empieza en un mundo conocido en el que sucede algo extraño, único, que lo derrumba. Puede que al principio se niegue a aceptarlo, pero al final se ve inmerso en la nueva situación. Muchas veces, sólo aceptan la llamada a la aventura por la intervención de un mentor que los guía. Comienza entonces su lucha contra el antagonista y su entrada a un mundo nuevo y desconocido. Tras muchas luchas y aprendizaje, el héroe se enfrenta al antagonista, con una nueva visión de sí mismo y del mundo que le rodea. El héroe tiene una nueva mentalidad y tiene que volver al mundo conocido, siendo otro.

¿Qué tiene de bueno esta estructura?

Normalmente, son grandes aventuras las que se tejen con esta estructura. A todos nos gusta una aventura y leer sobre ella es casi como vivirla. El ritmo de la historia va creciendo y cociéndose a fuego lento, preparando al lector para lo que viene a continuación. Si usamos esta estructura, tenemos que aprovechar todo el libro para preparar el clímax final y lograr que sea apoteósico y que el lector se sienta satisfecho con la historia y su resolución.

Cuida mucho tu final, es posible que, de hacerlo mal, los lectores desprecien el resto de tu obra. Hazlo bien y querrán más, buscaran otras obras de tu pluma.

In medias res

Es una estructura también clásica. La historia no comienza en el principio. Comienza a la mitad, cuando la acción está en marcha y el principio queda lejos. Lo que sucede antes de ese instante en que empezamos a conocer la historia, se suele ir contando a través de fórmulas como flashbacks, cartas, noticias, recortes de periódicos… hay diversas formas de contarlo. Es una estructura muy utilizada en thrillers, aunque puedes usarla en cualquier tipo de historia. Es una estructura muy exitosa, picamos la curiosidad del lector en la primera página y no se la resolvemos hasta bien entrada la obra.

¿Por qué tiene tanto éxito?

Son novelas en las que la acción ocurre en la primera página, sin tiempo a calentar. Exponemos un suceso que es totalmente inexplicable para el lector. Y no lo va a comprender, a no ser, que lea nuestra novela. Y eso es perfecto, porque un escritor quiere ser leído. Nos aprovechamos de la curiosidad que nos caracteriza a los humanos, para captar toda la atención posible.

Como ves, es posible preparar nuestra novela sobre diferentes estructuras que nos guían  a la hora de darle ritmo a la historia. No es necesario que elijas la estructura mirando la temática de tu obra, porque lo que funciona con un tema, puede funcionar con otro. Pero en esta vida moderna, en la que encorsetamos todo y le damos un nombre a cualquier cosa, el mundo editorial también se ha subido a ese carro. Por eso, todas las novelas para adolescentes, se suman a la curva de Fitchean; las policíacas a In medias res; y las de fantasía, al viaje del héroe. ¿Quiere decir que no debas seguir esta norma no escrita? No, puedes seguirla o  no. Lo que quiero es que entiendas, que hagas lo que hagas, busca siempre ser tú mismo. Porque tú tienes tu forma de escribir y de tejer tu historia y eso es algo único. Puedes escribir tu thriller usando In medias res, como todos, y aún así lograr originalidad y parecer fresco. Pero sólo lo lograrás si no intentas imitar a nadie.

Aquí tienes las posibilidades, ahora te toca a ti ponerlas en práctica.

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Si te ha gustado esta información, puedes leer estos otros artículos para escribir tu novela:

Escribe mejores relatos con estos tres consejos. Aprende a escribir una novela.
Aprende a escribir mejores relatos con estos tres consejos. Consejos para escribir una novela.

Escribe mejores relatos con estos 3 consejos

Escribir una buena historia es complicado. Cuando nos enfrentamos a una novela, tenemos que hacer un gran trabajo previo para que todo salga bien. Pero cuando te pones a escribir mejores relatos, la cosa se complica aún más.

Te ves obligado a condensar todo lo que tienes en mente, en unas pocas palabras (1000 palabras, sólo, le parecen muchas a alguien que nunca ha escrito, ¿verdad?). El escritor se enfrenta a un gran problema: contar mucho en muy poco.

A veces tenemos el límite de 600 palabras (incluso menos); a mí no me gustan demasiado los relatos de menos de 1000 palabras. Me gusta leer y me gustan las historias, demasiado, para conformarme con tan poco.

En otras ocasiones tenemos 10000 palabras (toda una fiesta para nuestro cerebro). Entonces podemos recrearnos, contar todo lo que queremos y presentar correctamente a los personajes.

Pero sea un relato corto o uno largo, nuestros escritos deben cumplir con unas características comunes, que variarán de longitud, según el caso.

Vamos a ver tres consejos para lograr que, nuestro relato corto, merezca la pena. Recuerda que estás leyendo 3 consejos para escribir mejores relatos,

Consejo 1 para escribir mejores relatos

1# Elige bien dónde cuentas las cosas para escribir mejores relatos

Cuando contamos con un espacio reducido, necesitamos planificar al milímetro cada parte de nuestro relato. Puedes escribir libremente, sin planificar; pero a la hora de corregir, debes darle la estructura perfecta y estar dispuesto a desechar parte de tu texto (es horrible tirar esas zapatillas que tanto te gustan, ¿verdad? Tan terrible como borrar parte de lo que has escrito…). Debes tener presente que una historia tiene tres partes:

Introducción – Desarrollo – Desenlace.

Y cada parte cuenta con un tipo de información que debería aparecer en ella.

La introducción sirve para presentar la historia, los personajes y el escenario.

En el desarrollo, el lector debe ver cómo se enfrenta el protagonista a la “aventura” que se le presenta y cómo se prepara para encararla.

El desenlace es la resolución, exitosa o no, del conflicto.

Será necesario saber exponer bien lo necesario para entender la historia y escribir mejores relatos.

Condensar información es muy importante para escribir mejores relatos. Debes aprender a decir mucho con pocas palabras.

Por ejemplo: Luna tenía miedo. La oscuridad era lo que más le asustaba desde pequeña. Verse así, rodeada de ese manto oscuro, la paralizó. Luna temblaba y no podía moverse, la oscuridad la envolvía. Puedes transmitir lo mismo, con menos palabras, mostrando cómo se siente Luna; en lugar de narrar lo que está sucediendo.

Escribir mejores relatos implica ser directo. En una novela te puedes permitir la primera versión, pero en un relato debes ser más directo. Cuando corrijas tus textos, procura acortar frases, si es necesario. Usar la técnica de mostrar en vez de contar, crea dinamismo y permite al lector sumergirse en la psique del personaje, haciendo que la narración cobre vida, lo cual es gratificante para el lector, mucho más que leer frases descriptivas.

Describir es esencial, pero al escribir mejores relatos debes hacerlo de manera que el lector experimente la historia con los cinco sentidos, como el protagonista, no como un mero observador. Puede ser un reto aplicar esta técnica en diálogos y descripciones extensas, pero con esfuerzo, tus historias mejorarán sustancialmente.

Consejo 2 para escribir relatos

#2 El protagonista debe sufrir un cambio para escribir mejores relatos.

Es algo que tienes que tener siempre, SIEMPRE, presente. Tu protagonista debe evolucionar de alguna forma, ser diferente a la persona que era al principio para escribir mejores relatos. La historia que estás contando debe cambiarlo.

Si no es así, puede que estés haciendo algo mal. Ese nosequé, eso que cambia al personaje, es lo que llamamos la moraleja de las historias. Es lo que el lector recordará y lo que motivará su reflexión continua, aun cuando haya terminado de leer tu relato.

Si tu historia no provoca ningún cambio en tu protagonista, analízala bien para escribir mejores relatos y trata de introducir algún tema que pueda provocar ese cambio. No necesitas revelar esa moraleja de forma explícita, de hecho, es preferible que no lo sea.

El lector debe deducir esa lección por tu historia, su desarrollo y su resolución para realmente escribir mejores relatos. Si les das todas las respuestas, podrían no disfrutarlo tanto. Leer es un placer porque descubrimos historias que provocan sensaciones únicas, influenciadas por las experiencias personales del lector.

Es posible que tu interpretación sea una, y la del lector otra; lo crucial es que esa moraleja, ese cambio en los personajes y en la historia, esté presente y sea el motor que mejore tus relatos.

Consejo 3 para escribir relatos

#3 Intenta ser realista para escribir mejores relatos Incluso al escribir fantasía, no puedes darte todos los lujos sin justificación. Si un personaje crea una bola de fuego, esto debe estar fundamentado; ¿es un mago? ¿Ha inventado un artefacto?

No se trata de limitarte a lo realista, sino de fundamentar los sucesos en tu mundo ficticio para que tengan sentido. Del mismo modo, las reacciones de tus personajes deben ser creíbles. Investiga los perfiles psicológicos para sus reacciones y comportamientos.

Así, no solo escribirás mejores relatos, sino que también construirás personajes más ricos y convincentes para los lectores.

Como ves, escribir relatos cortos no implica menos trabajo, como muchos piensan. Tienes que tener en cuenta todo y a la hora de corregir, ser meticuloso. Tienes que ver el relato terminado como un árbol lleno de brotes nuevos y ramas que debes podar para darle la forma deseada.

Escribir es un arduo trabajo que sólo termina cuando publicamos (aunque eso es otro comienzo, lleno de altibajos, satisfacción y desespero, de más trabajo del que puedes imaginar).

¿Y tú eres más de relatos que de novelas? Puedes compartirlo con todos en los comentarios y exponer tus dudas si las tienes.

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Cómo escribir buenas historias de amor. Aprende a escribir una novela.
Cómo escribir buenas historias de amor. Aprende a escribir una novela. Consejos para escribir un libro.

El amor, un tema recurrente en cualquier disciplina artística. Todos hemos sido testigos, o protagonistas, de una historia así, por eso creemos que sabemos escribir una sin problemas. Pero, puede ser complicado escribir una buena historia de amor, de esas que quedan en el inconsciente del lector y que vive como si fuera su propia historia. Por desgracia, es muy fácil caer en tópicos y debemos ser muy cuidadosos de no cometer ese error, si queremos que lector disfrute (o sufra) con nuestra historia. Si bien es cierto que los tópicos bien desarrollados pueden dar buen resultado.

Una buena historia de amor no tiene época, debe ser atemporal. Debemos ser capaces de poder enmarcarla en cualquier tiempo o circunstancia. Precisamente por eso, debemos ser muy cautos. No será lo mismo una historia de amor en el presente que en el pasado. La cultura evoluciona y los comportamientos sociales con ella. Nos guste o no, el pasado no es como nuestro presente. Debemos ser capaces de retrotraernos y de sacar el máximo partido, que esté en nuestra mano, para acercar esa historia al lector contemporáneo y que la disfrute plenamente. Hay un detalle que, para mí, es un error, y consiste en dar a los personajes de época, valores totalmente contemporáneos. Podemos crear una personalidad adelantada a su época, pero sin pasarnos. Al fin y al cabo, las historias se cuentan porque hay gente extraordinaria en ella, pero, que una dama medieval, se comporte como una mujer moderna, que trabaja y es independiente, no es lo propio. Igual que no es normal que un caballero se comporte como un ejecutivo, que podemos ver por la calle. Cada época tiene sus costumbres sociales y tenemos que acercarnos a ese momento, no coger un personaje que podríamos ver en cualquier serie moderna, describirlo con ropas antiguas y ya. Podemos crear personajes inconformistas, pero aún así, no serán como personajes de una historia contemporánea.

Y ya que tú quieres tener en tu novela tu propia historia de amor (sea una novela romántica o una novela en la que se sucede un romance), veamos. a continuación, qué podemos hacer para que merezca la pena incluirla.

Resumiendo el tema amoroso en la literatura, vamos a listarlo, veamos las diferentes historias de amor que podemos incluir en nuestra historia:

#1 De enemigos a amantes

#2 De amigos a amantes

#3 Triángulo amoroso

#4 Segundas oportunidades

#5 Romance entre rico y pobre

#6 Amantes desafortunados

#7 Los opuestos de atraen

#8 Amores guiados por el destino

#9 Relaciones fingidas

#10 Amor a primera vista

#11 Romances en la realeza

#12 Matrimonios concertados o por motivos políticos

Son tópicos y queremos huir de ellos, ¿verdad? Son situaciones que funcionan muy bien en la literatura. Tu misión, como escritor, será convertirlas en una gran historia de amor que llegue a todos. Tienes que ser capaz de escribir y que nadie piense que es un tópico. Ahí entra tu magia cómo escritor.

Algo que tienes que tener en cuenta, es que una historia de amor debe fluir lenta, cociéndose a fuego lento hasta que los implicados estén preparados. En el caso del amor a primera vista, por ejemplo, la “cocción” será presentarnos a esos personajes; permitir al lector saber cómo son, qué les gusta, qué los une, o los separa; y llegado el momento, dar el paso de ver su amor completo. Que la pareja amorosa sea un mero premio, que, el protagonista, alcanzará con el éxito, hace que la historia amorosa no exista, sólo un manual de pasos hasta alcanzar el amor. Y el amor no es una corona de laureles, es un sentimiento que crece, que se desarrolla a lo largo de tu novela y que florece en algún punto entre el principio y el final de la obra. Es una historia que debe tocar la fibra sensible del lector. Las historias romántica lentas, son mucho más adictivas que las rápidas.

Vamos a ver qué aspectos deberían tener nuestras historias de amor para resultar auténticas.

1# ¿Qué tipo de química quieres crear?

Lo cierto es, que, la química, muchas veces, es algo incomprensible. Y por mucho que lo busques, es difícil de conseguir. Puedes tener en cuenta algunos aspectos que pueden convertir la relación entre dos personas en algo natural e interesante. Que dos personajes tengan esa química especial, casi es suerte. Pero si trabajas duro, la suerte te sonreirá con mayor frecuencia. Hay que estar pescando para lograr una buena pieza y hay que estar trabajando para que la musa ilumine tu trabajo,

Podríamos fundamentar las relaciones en:

  • Un vínculo sobre los intereses de ambos o de una experiencia compartida.
  • El conocer a alguien, amplía los horizontes de uno de ellos.
  • Personalidades opuestas que se atraen.
  • Admiración mutua.

La química no es sólo amorosa, también puede existir entre amigos y algunos de estos rasgos, sirven también en otros tipos de relación. El amor romántico y el amor fraternal, funcionan muy bien, no todo ha de ser amor entre parejas.

Si quieres alcanzar el éxito, procura combinar los tópicos que expusimos al principio con estos rasgos que estamos viendo. Esa mezcla, puede ser nuestra escalera al éxito.

2# Define el interés romántico de tu protagonista

No necesitas precisar lo que tu protagonista necesita en el amor, pero debes dejarlo patente. Es necesario que conozcas bien a tus personajes y conocer lo que necesitan para estar completos, aunque ellos no lo sepan o crean que no lo necesitan.

Aunque, a veces, necesitas crear un interés romántico, para activar a tu protagonista, tienes que diseñar un buen personaje que sirva como pareja a tu protagonista.

3# Crear un personaje que complete a tu protagonista

Además de crear unos buenos personajes, tienes que lograr crear un conflicto entre los amantes o enamorados. ¿Estarán juntos desde el principio o tendrán que evolucionar hasta estarlo? Si uno de los personajes va a evolucionar, significa que, en un principio, no estaba destinado a esa persona, así que algo lo cambia, ¿el amor verdadero? Eso lo debes decidir tú.

Hazte las siguientes preguntas:

¿Qué encuentra, ese protagonista, atractivo en otra persona?

¿Qué tipo de persona le daría la felicidad? Piensa que, a veces, buscamos el amor en una persona que no nos va a llevar a la felicidad, porque nos empeñamos en un amor que no debería ser. Tal vez tu protagonista tenga un amor que lo ciega y no ve que, el verdadero amor, lo tiene a su lado.

¿Tiene, uno de los enamorados, algo que le impide darle rienda suelta al amor?

¿Qué valora nuestro protagonista de otra persona?

¿En qué circunstancia se siente solo nuestro protagonista?

¿Cuál es su mayor temor? ¿Qué descubran un defecto, algo que lo hace sentirse culpable?

¿Puede el amor sacarlo de su zona de confort? ¿Hacerle olvidad todo lo malo que lo acecha?

¿Le va bien un tópico amoroso a mi obra? No es lo mismo una historia de aventuras con un romance que una historia romántica.

¿Qué tópico encaja en mi historia?

Si logras responder a estas preguntas (no todas, no te preocupes), ya estás preparado para escribir el personaje que despertará el interés romántico de tu protagonista.

Y siempre, piensa, que el amor del que hablamos en este caso, es el amor romántico. Existen muchos tipos de amor que pueden funcionar muy bien en una historia y que nos alejan de esos tópicos de los que hablamos al principio. Hay grandes historias de amistad, que es amor por otra persona sin interés romántico. Amor entre hermanos o padres e hijos, amor a la justicia, a la verdad… en literatura vale todo lo que seas capaz de escribir con sentido.

Pero piensa, que en una historia romántica, tiene que haber al menos dos personajes implicados. Por eso, es necesario desarrollar al protagonista y al compañero (quien provoca el interés romántico). Vamos a ver una lista de cosas, que harán que el lector comprenda mejor esa historia:

  • La pareja de tu protagonista (o quién representa el interés romántico), tiene su propia historia, no es un simple florero o premio que logrará, o no, el protagonista.
  • Dale humanidad (no crees un dios o diosa que cumpla todos los requisitos del protagonista). Todos tenemos defectos y virtudes, huye de los personajes perfectos, el lector no quiere ver eso, quiere ver realidad.
  • Procura que la persona de la que se enamora tu protagonista sea irremplazable. Su presencia o existencia, tiene gran importancia en la trama. Que no sea un mero accesorio que aparece de vez en cuando para darle un poco de acción a la historia.
  • La pareja de tu protagonista (o la persona que despierta su amor), tiene que marcar un antes y un después en el protagonista. Tanto el uno como el otro, deben influenciar en el comportamiento, tienen que sufrir algún cambio en ellos, provocado por el amor o la falta de él. Los personajes inician un viaje al inicio de la historia y deben llegar al final cambiados de alguna forma.

Las historias de amor pueden enriquecer una obra o destrozarla. Piensa bien antes de introducirla en tu trabajo. Puedes pensar que es necesaria, pero deberías estar abierto a la posibilidad de que no lo sea. Una historia romántica no sería nada sin los amantes, pero otro tipo de historia puede funcionar, perfectamente, sin necesidad de introducir el interés romántico. Cuando decidas escribir una historia de amor, ten en cuenta todos estos detalles de los que hemos hablado. Por supuesto, no es necesario que tu historia cumpla todo, pero sí alguno de ellos, porque eso significa que lo estarás haciendo bien.

Y lo más importante, escribas una historia de amor para una novela romántica o lo hagas para una novela de acción, trabaja bien esa historia, no caigas en el tópico de convertirla en una mera anécdota, un adorno más, de tu novela. El lector quiere sentir pasión y dolor. Dáselo.

¿Y a ti? ¿Te gustan las historias de amor? ¿Tal vez seas lector de novelas románticas? ¿O te apasionan las novelas, que no siendo románticas, tienen una gran historia de amor?

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