
Escribir es un acto creativo. Y, casi siempre, pensamos que la creatividad sólo puede ser algo espontáneo, que surge en un instante y que se pierde rápidamente. Pero no es así. La creatividad se tiene o no, a veces nos quedamos en blanco, pero siempre termina fluyendo de nuevo. Como escritores, partimos ya de una base creativa, por eso nos ponemos a escribir, porque por nuestras venas corre la creatividad.
Tenemos que asumir, que la creatividad espontánea es maravillosa, pero trabajar duro en una historia, hará que esa creatividad brille con más fuerza. Podemos utilizar infinidad de herramientas para ayudar a esa creatividad a florecer por completo. Está bien ponerse frente a la página en blanco y empezar a teclear lo que va surgiendo, aunque, hasta para ese acto creativo, tienes en mente una idea preconcebida. Y para escribir cuentos y relatos está bien (pero trabajar los relatos los hace mejores), no así para una novela. Cuando nos enfrentamos a una novela, estamos queriendo construir un rascacielos y no podemos seguir usando las mismas herramientas que para una cabaña (ni los mismos materiales). Escribir una novela, son palabras mayores, requiere de mucho trabajo, algunos tardan años. Pero no creas que tardan, años, en escribir la historia. Lo ideal sería que la historia en sí, se escriba en unos meses. Es el trabajo de pulir y perfeccionar lo que puede llevar años.
Hoy, vamos a ver cómo crear estructuras argumentales, que no es lo mismo que el argumento. El argumento es lo que sucede, lo que vamos desarrollando a lo largo de la historia. La estructura argumental es donde se sostiene el argumento, el orden de los acontecimientos y los momentos de acción o pausa que nos encontramos a lo largo de una historia. Puedes verlo con mayor facilidad si hablamos de una película. El argumento de El Señor de los anillos, es que existe un anillo que debe ser destruido y para ese fin, se unen miembros de las distintas razas que viven en la Tierra Media. La estructura argumental sería toda la línea de acontecimientos y situaciones que va presentando a cada personaje y que permite que se unan más actores a la trama principal; los escollos que se interponen en el camino al éxito; las traiciones que se suceden; los momentos en los que los personajes se ven en problemas…
¿Ves la diferencia? ¿Y ves qué fácil parece ahora escribir una novela sin perderse?
Vamos a ver algunas estructuras argumentales que pueden ayudarte (mucho), a la hora de escribir tu próximo best seller.
Hace tiempo me topé con un blog, Canal nostalgia, dónde se exponían 13 estructuras argumentales que, siendo muchas más de las que necesitas para escribir, me pareció interesante, aunque el blog está inactivo desde hace unos años. Puedes ver ese artículo aquí.
Son estructuras que puedes usar en tus novelas, aunque creo que muchas son demasiado complejas para usarlas en tus inicios. Como ya dije, vamos a ver tres estructuras que funcionan y que son bastante sencillas para los escritores de todos los niveles. Son las más utilizadas en la novela moderna. Aunque nunca hay que despreciar las estructuras más utilizadas en la literatura clásica. La mentalidad de los lectores no es la misma que hace cien años. Pero ¿acaso no siguen siendo novelas leídas en todo el mundo?
Las tres formas que vamos a ver, son:
La curva de Fitchean
Tal vez sea una de las estructuras más utilizadas hoy día. ¿Su particularidad? Que el lector está en continua tensión. La historia se presenta en una primera parte, que culmina con un conflicto. A medida que la historia avanza, se van dando una serie de sucesos, de alta tensión y cada vez de mayor calado. La acción comienza inmediatamente y cada vez que se llega al clímax, decae para subir rápidamente, con un conflicto nuevo y (normalmente) mayor.
¿Qué se consigue? Que los lectores no pueden parar de leer, porque la acción es continua.
Normalmente, el conflicto culminante se alcanza en torno al final de los dos tercios de la obra. El último tercio suele servir para mostrar los cambios que ha ocasionado la historia en los personajes y el cierre de las tramas secundarias que quedaron abiertas.
¿Qué tiene esta estructura de bueno?
Los personajes nunca descansan y el lector sufre con ellos. Es una estructura, que de ser bien entendida, crea obras de fácil lectura y muy satisfactorias para los lectores. Es muy utilizada en la novela juvenil y en la mayoría de las novelas que encontramos hoy día en las estanterías.
El viaje del héroe
¿Tu libro es de ciencia ficción o fantasía? Esta es tu estructura.
El protagonista empieza en un mundo conocido en el que sucede algo extraño, único que lo derrumba. Al principio, puede que se niegue a aceptarlo, pero se verá inmerso en la nueva situación, sin remedio. Muchas veces, la aceptación de la nueva realidad, viene, gracias a la intervención de cierto tipo de personajes, como los mentores. Aprovecho para decirte, que tienes aquí un artículo sobre cómo escribir mentores para tus historias.
Una vez sucede esa aceptación, comienza su lucha contra el antagonista y un camino a lo desconocido. Tras muchas luchas y aprendizaje, el héroe se enfrenta al antagonista, con una nueva visión de sí mismo y del mundo que le rodea. El héroe tiene una nueva mentalidad y tiene que volver al mundo conocido, siendo otro.
¿Qué tiene esta estructura de bueno?
Normalmente, son grandes historias las que se tejen con esta estructura. A todos nos gusta una aventura y leer sobre ella es casi como vivirla. El ritmo de la historia va creciendo a fuego lento, creando un ambiente perfecto para el clímax final.
In medias res
Su propio nombre indica ya su característica más original. La historia no comienza a contarse desde el principio, comienza cuando ya lleva la mitad. Lo primero que vemos, es algo que ha sucedido y que no comprendemos cómo ha sido; para seguir viendo cómo se ha llegado a ese momento a través de flashbacks, cartas, diarios… que nos van encauzando hasta comprender el porqué de lo que hemos visto al iniciar la historia. Es una estructura muy utilizada en thrillers.
¿Por qué tienen tanto éxito estas historias?
Son novelas que comienzan con acción y un suceso del que queremos conocer el inicio, cómo se ha llegado hasta ahí. Se nutre de la propia curiosidad humana. El lector necesita seguir leyendo, para comprender qué es lo que ha sucedido, sobre todo, si tras exponer ese suceso, vamos mostrando unos personajes que jamás podrían verse en esa situación. Si logras llevarlo a cabo, tendrás un éxito asegurado.
Conclusiones
Después de ver todo esto, es posible que pienses que tú eres un artista y el arte surge, no se planea. Yo te diría que tienes razón a medias. Porque es cierto que el arte de verdad, suele ser incomprensible, nadie entiende por qué un trozo de madera tallado es una obra de arte y otro trozo, minuciosamente tallado, no lo es. Si fuera fácil, cuántas obras maestras habría…
Para tener éxito, necesitas hacer uso de todas las herramientas que tienes a mano y saber cómo utilizarlas. Parece algo frío, no cálido, como es tu arte. Pero nada más lejos de la realidad. Me gusta usar el ejemplo de Picasso. Los que no conocen su obra, ven dibujos de un niño (y encima mal hechos). Quienes saben de arte, ven un genio. ¿Por qué? Porque tenía una base. Conocía las técnicas y herramientas que necesitaba para crear obras perfectas. Pero ¿por qué se convirtió en genio? Porque utilizó su conocimiento para crear algo nuevo. Algo que nadie hacía y que a él se le daba muy bien, por qué. Porque, además de ser un maestro con el pincel, era un Artista, así, con mayúsculas. Tenía los dos pilares sobre los que se sustentan los genios: técnica y don.
¿Qué quiero decirte con esto? Que, antes de crear TU arte, antes de utilizar lo que te hace único, tu estilo, necesitas dominar las bases. Una vez que tengas decenas, cientos de escritos utilizando las estructuras que todos conocemos, entonces podrás hacer lo que te dé la gana y como te dé la gana. No pretendas ponerte a escribir, como a ti te gusta, en tus inicios (aunque puedes hacerlo de vez en cuando, como ejercicio de práctica). Trabaja para conseguir una buena base de conocimientos, que, más adelante, vas a poder usar en tu obra. Sólo alguien, con un verdadero don, puede ponerse a crear su mejor obra en sus inicios. Los mortales nos vemos en la obligación de realizar ejercicios y cursos con los que mejorar nuestra prosa.
Intenta escribir un relato con estas tres estructuras, así las comprenderás mejor y podrás usarlas para novelas más complejas.
Y esto es todo por esta semana. ¿Te ha gustado el artículo? Puedes dejarnos tus comentarios aquí abajo y plantear tus dudas. Compártelo en tus redes sociales, así ayudarás a darle visibilidad al blog y te estaremos agradecidos.
También puedes ayudar económicamente al blog aquí, aunque sea con lo que vale un café. Mantener un blog cuesta algo de dinero y, aunque el contenido es gratuito para todos los lectores, para los creadores es un gasto.
Muchas gracias a todos y hasta la semana que viene.
Déjanos tus comentarios aquí abajo o dudas que puedas tener. Tus comentarios nos ayudan a mejorar y a tener mayor visibilidad en la red, para poder seguir ofreciendo contenido gratuito.
Deja una respuesta