Consejos para escritores + Cómo escribir un libro

Categoría: Infinitos Monos (Página 17 de 20)

Te ayudamos a conseguir tu sueño de escribir tu novela.

La mitología en la literatura. Aprende a escribir una novela.
La mitología en la literatura. Descubre cómo influye en la literatura actual universal. Aprende a escribir una novela.

Si existe un tema del que cientos, o miles, de historias se nutren, es la mitología griega. Existen estatuas, pinturas, novelas, cuentos, canciones, películas, series, joyas, planetas, galaxias… que beben de sus aguas e incorporan conceptos, nombres e historias por todos conocidos. Y este hecho, ha influido en nuestra cultura y en lo que somos y pensamos hoy. No seríamos como somos hoy sin esta influencia; son leyendas que hemos incorporado a nuestra cultura, historias que no entienden de clases sociales. Es difícil encontrar a alguien que no conozca, aunque sea un solo personaje, mitológico.

En la mitología encontramos casi todas las caras del ser humano. Y hoy por hoy, me atrevo a decir, que es un pozo infinito con el que los autores continuarán regando sus obras por un par de milenios más. De hecho, la psiquiatría ha tomado muchos mitos para ilustrar algunas deformaciones de la psique.

Pero los mitos pertenecen a todas las culturas, no solo existe Hércules. Lo que sí es cierto, es que algunos mitos, con pequeñas diferencias, aparecen en diferentes culturas. Eso es algo que puedes descubrir tú mismo, leyendo, investigando; algo que enriquecerá mucho tus escritos.

Remontándonos a los albores de la civilización, encontramos obras literarias que narran hechos que supuestamente sucedieron, como el poema de Gilgamesh, considerado la obra literaria más antigua del mundo. Es una obra que ensalza el valor de la amistad y la búsqueda de los seres humanos, mortales, de la ansiada inmortalidad. En esa historia se narran hechos de los dioses que formaban parte de la religión mesopotámica, lo que hoy llamamos mitología.

Si hablamos de mitología y literatura, tenemos que hablar de Homero. Podríamos decir que la literatura, como hoy la conocemos, no existiría sin su obra. Aunque hay dudas de su existencia, Homero, fuera un hombre o un grupo, nos dejó como legado dos grandes obras que, todavía, influyen en los escritores modernos. Yo solo mencionaré la Odisea y la Ilíada. Existen otros poemas que se le atribuyen, pero no se está seguro de su autoría.

En la Odisea se narra el viaje de Odiseo a la guerra y la vuelta a casa (como sucede en el viaje del héroe, de hecho, esta es una de las fuentes de la que bebe esta construcción literaria). Consta de 24 cantos en los que se van narrando las aventuras vividas así como recuerdos de hechos anteriores al comienzo de la narración.

Es una obra que ha sido numerosas veces reinterpretada, tanto en la literatura como en otras artes. Escritores como James Joyce, homenajean el clásico en sus obras. Ulysses, de Joyce, narra, en 18 capítulos, el día de varios personajes. Cada capítulo tiene su propio estilo narrativo, tocando monólogos interiores y hasta teatro.

De alguna forma, como escritora, acudo innumerables veces a los mitos en busca de inspiración. Muchas veces la encuentro, y sorprendentemente, no con una historia que tenga escondido un mito. Al leer sobre mitología, se despierta mi creatividad. Otras veces, trato de convertir en una historia mía, la moralina implícita en el mito. Es un lujo poder navegar por internet e investigar sin moverse de casa. Aunque no hay que olvidar, que es un medio que hay que saber usar. No todo lo que encontremos por internet es cierto. Pero, hasta eso, se puede aprovechar, porque las historias, sean ciertas o no, pertenezcan al pasado de la humanidad o alguien se lo haya inventado, siguen siendo historias con las que inspirarte; pero cuídate mucho de creer que todo lo que leas, es cierto, para eso es mejor acudir a fuentes fiables, con nombre y apellidos, trayectoria y estudios. Nunca desestimes una visita a la biblioteca, es cierto que es más cómodo buscar por internet, pero los libros siguen siendo una gran fuente de información. Y los libros, están escritos por personas que saben de lo que hablan, casi siempre son personas con estudios sobre la materia y eso siempre es un plus a la hora de encontrar información. También debes tener en cuenta, que existe la posibilidad de solicitar un carné de investigador, con el que tendrás acceso a muchos volúmenes que no están expuestos al público normal. No es necesario tener estudios determinados, puedes solicitarlo en calidad de autor y si ya tienes alguna publicación, te lo darán sin problemas. En el caso de no tenerlo, puedes solicitarlo igualmente, justificando para qué lo necesitas. Puedes visitar este enlace, de la biblioteca nacional (en el caso de España) o informarte por internet si vives en otro país.

Me dan ganas de seguir escribiendo, pero me temo que a estas alturas estarás aburrido de la que te he soltado, así que corto antes de animarme a seguir, pues los mitos están llenos de tantas facetas y colores, que podría pasarme la vida hablando de ello. Investigar es mucho más ameno e interesante de lo que muchos piensan. Y encontrar por ti mismo esa información, es algo que solo puedes saber si lo vives.

¿Y tú? ¿Eres amante de la mitología? ¿Cuál es tu mito favorito? Déjanos tus comentarios aquí abajo o dudas que puedas tener. Tus comentarios nos ayudan a mejorar y a tener mayor visibilidad en la red, para poder seguir ofreciendo contenido gratuito.

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Crea un universo para tu historia. Aprende a escribir una novela.
Descubre qué necesitas para crear un universo para tu historia. Descubre cómo escribir una novela,

Escribir es inventar. Aunque lo que estemos escribiendo sea un acontecimiento real, siempre vamos a inventar, a no ser que sea una historia en la que nosotros mismos seamos el narrador, entonces será nuestra historia y no tendremos la necesidad de inventar nada (o sí, la vida real puede resultar demasiado gris). Cuando nos enfrentamos a una obra histórica o contemporánea, no es necesario crear un mundo sobre el que escribir y en el que ambientar nuestra historia, ya conocemos este mundo y el lector también. Pero ¿qué ocurre cuando nuestra obra está dentro del mundo de la fantasía? ¿O cuando contamos una historia de una aventura futurista? En ese caso, necesitamos un mundo que no existe, que va a nacer de nuestra imaginación y que tenemos que ser capaces de hacérselo ver al lector. Una historia necesita un lugar en el que desarrollarse. Y ese lugar debe parecer real, aunque los coches vuelen o de las palmas de la mano nazcan llamas.

Necesitamos crear ese mundo y ser capaces de hacerlo posible en la mente de nuestros lectores. Las civilizaciones, las culturas, son un compendio de infinidad de pequeñas cosas, que las convierten en únicas y que explican los comportamientos y sucesos que ocurren en ellas.

No hace falta que describas hasta aburrir detalles de esa civilización. Pero sí es necesario dar pinceladas que aporten realismo y fuerza a nuestra obra.

Vamos a ver qué detalles, más o menos simples y visibles, tiene que tener una cultura, para estar bien definida.

Elementos principales:

Cultura: Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. (Definición de la RAE).

Podríamos ponernos a inventar una cultura muy realista, de un mundo fantástico…, pero tardaríamos años en crear tanta información (pero imagina que tu obra tiene un éxito que trasciende a tu época, entonces tener un tomo gigantesco de esa cultura ficticia puede ser muy interesante). Queremos escribir una novela, no un libro de historia (y además, inventada). Pero sí es necesario tener esa información como escritores. Es imposible escribir novela histórica sin saber nada de la cultura en la que desarrolla la historia, perderíamos toda la credibilidad y el lector se sentirá engañado. Y lo mismo ocurre con una historia fantástica. Es necesario que exista un contexto para esa historia.

Los personajes van a estar condicionados por ese entorno en el que crecieron y viven. Sus acciones estarán siempre determinadas por ese ambiente, para bien o para mal.

Por eso es tan necesario leer para ser escritor. No te puedes limitar a lo que tienes cerca. Te quedas sin posibilidades. Si no tienes esa información, de otras culturas o de la tuya propia, tu obra va a estar muy limitada y puedes encontrar lectores, pero serán lectores muy volátiles que igual que consumen tus libros, consumirán el del siguiente que aparezca. Y tú quieres ser leído y recomendado y releído y que tus obras ocupen el mejor lugar en las estanterías de tus lectores. Y eso solo se alcanza con trabajo, con mucho trabajo (Sí, sí, has leído bien, escribir es un trabajo muy duro que lleva al escritor al límite de sus conocimientos. Porque necesitas tener todo el conocimiento del mundo para poder crear sin parar)

A la hora de crear una cultura, podemos optar por dos opciones:

  • Inventar la cultura antes de crear la historia y los personajes.
  • Inventar la historia y los personajes y después adaptar la cultura para que se acople a lo que queremos contar en nuestra obra.

Siempre que he creado una cultura, he optado por hacerlo de forma independiente a la historia que quiero contar. Pero en mi última novela, Autumn Rouge (por cierto, puedes leerla aquí, gratis, la estoy publicando por entregas).

Todas las opciones son válidas y debes escoger la que mejor se adapte a tu forma de trabajar. Pero vamos a hablar de esos detalles que no debes dejar pasar a la hora de crear tu cultura.

#1.- COSTUMBRES SOCIALES

El comportamiento social que tenemos como individuos, viene definido por nuestro entorno. Crecemos rodeados de gente que se comporta de forma aprendida y a su vez, enseña a los nuevos miembros de esa sociedad. Existen normas formales e informales; hay comportamientos aceptados y censurados; hay ideas espirituales o religiosas que estarán más o menos extendidas.

Puede resultar complejo, lo vamos a simplificar para que sea más fácil tener una base con la que trabajar:

  • Comportamientos considerados, por la mayoría, como inapropiados o inmorales.
  • Valores apreciados por la sociedad.
  • ¿Existe una religión? ¿Varias? ¿Cuál es la predominante?
  • Los líderes religiosos están integrados en la sociedad o se encuentran separados.
  • ¿Cómo funciona la justicia? ¿Cómo se trata a los delincuentes? ¿Cómo se catalogan los delitos?
  • ¿Cómo se define la diferencia de sexos? ¿Tiene alguna implicación negativa, positiva o neutra en la sociedad?
  • ¿Existe el concepto de familia? ¿Cómo se estructuran las familias?

Los comportamientos sociales son la base de una cultura. Los cimientos de una civilización y lo que más influye en las personas que forman parte de ella. Trata de hacer una lista para tu civilización con los puntos anteriores.

#2.- LÍDERES Y CLASES SOCIALES

A no ser que nuestra obra se desarrolle en un mundo caótico, sin líderes políticos, gubernamentales o religiosos, tenemos que definir cómo funciona la jerarquía de nuestro mundo.

Existirán clases sociales, siempre las hay, y eso define también la jerarquía y el funcionamiento del mundo.

Puede haber una clase alta y una pobre, sin clase media. Puede ser una sociedad esclavista, militarizada, religiosa… la jerarquía puede estar definida por el poder económico, por la herencia familiar de una posición, por sus creencias… tenemos que tener claro cómo es nuestra sociedad, porque eso va a definir y marcar los comportamientos de nuestros personajes.

#3.- CÓMO SE RELACIONA LA GENTE

En una sociedad, la relación entre sus miembros puede ser verbal, física, por señales… En nuestra cultura, ver a alguien vestido de negro, nos da la información de que ha perdido un ser querido recientemente (una práctica que se va perdiendo, pero todavía hay quien la sigue), sin necesidad de verbalizarlo. Ver el llanto nos indica que hay sufrimiento. La sonrisa nos indica alegría. Hacer determinados gestos con las manos, que nos pueden informar de la conformidad o no de algo. Las determinadas tribus urbanas, tienen una estética que define su actitud con la vida. Las ropas que usamos, también indican mucho de nosotros. La forma de hablar, el acento, la riqueza o pobreza del lenguaje, también indica mucho sobre la persona.

Podemos conocer muchos detalles de un apersona, atendiendo a su estética, su forma de comportarse y su lenguaje. Por eso, debemos definir estos detalles en la cultura que estamos inventando.

#4.- CREENCIAS ESPIRITUALES

¿Existe una religión mayoritaria en nuestra cultura? ¿Tiene influencia en la gestión del día a día? Estos detalles marcan a los personajes que viven en esa sociedad, definen su comportamiento ante la vida, las dificultades y la muerte.

La falta de estas creencias también marca el comportamiento de los individuos. Debes tenerlo en cuenta. En una sociedad altamente condicionada por la religión, puede haber personas apartadas, por no compartir esas creencias, o al contrario, una sociedad sin espiritualidad, puede apartar a los individuos que sí tengan esas creencias.

Y esas ideas, definirán también la moralidad de los individuos que habitan en esa sociedad.

#5- CELEBRACIONES Y RITUALES

En todas las culturas existen días marcados que en los que se celebra algo o en los que no se trabaja. Las celebraciones pueden consistir en el recuerdo de algún acontecimiento importante para esa cultura, por un día en el que se produce un acontecimiento astronómico o natural, esto es algo que debes definir para tu cultura. Pueden marcar una sociedad.

#6.- OCIO

El entretenimiento es algo inherente a la vida en sociedad. Existen momentos en los que no estamos ocupados con tareas diarias y tenemos un momento para gastar en algo que no aporte más que satisfacción. ¿Cómo se divierte la gente? ¿Qué hacen para pasar el rato? A lo largo de la historia, el ocio ha ido evolucionando, pero siempre se mantiene lo más básico. Hace tres siglos, jugaban a las cartas después de las comidas, ahora vamos al cine. Pero no renunciamos a los entretenimientos clásicos, solo vamos añadiendo nuevas formas de pasar el rato.

#7.- ARTES

El arte es algo que la vida inteligente lleva asociado. ¿Qué tipo de artes tiene tu cultura? ¿Existen museos? ¿Los artistas son reconocidos socialmente? ¿Está asociado a la religión, a la existencia misma? ¿Solo buscan la belleza o por el contrario la practicidad? ¿El arte está asociado al entretenimiento o a la búsqueda de la verdad? ¿Se utiliza el arte para honrar a los gobernantes, al pueblo, a personajes importantes? ¿Está presente en todo el mundo, independientemente de su posición o economía?

#8.- HISTORIA

La historia de una cultura define a sus individuos. Lo ocurrido en el pasado puede, o no, influenciar en el presente de nuestra historia, es lo que define una cultura, el pasado. Por eso hay que tenerlo bien presente.

Y también tenemos que tener en cuenta, que existe una parte de la historia, que se define por sus leyendas, que pueden ser totalmente inventadas, para explicar acontecimientos o fenómenos inexplicables, o basadas en hechos reales.

#9.- VIDA DIARIA

Cómo vive la gente en nuestra cultura es importante. Los trabajos que realizan; cómo se ganan la vida; los alimentos que consumen y cómo se obtienen; las casas que habitan; cómo eligen a sus gobernantes; cómo tratan a los niños, a los ancianos, a los enfermos; cómo se relacionan con sus semejantes; ¿tienen mascotas?…; ¿Se usan aderezos o adornos en las personas, los hogares, las celebraciones, el día a día…?

#10.- ESTÉTICA

Solo hay que ver cómo visten las personas, para conocer la cultura a la que pertenecen. Su forma de peinarse, de maquillarse, los accesorios que usan… todo eso define a las personas dentro de una cultura.

Hay que tener en cuenta pequeños detalles, como los materiales con que cuentan, cómo los usan, habrá alguno que solo las clases pudientes o gobernantes puedan usar, diferenciando así a los individuos dentro de esa misma cultura.

Habrá una estética que se considere bella o atractiva. Unas ropas que definan si quien las lleva va de celebración o para realizar sus tareas… no escatimes en las cuestiones estéticas, son las que mejor hablan de la clase y la posición de los individuos.

Dentro de este apartado, también podemos explicar los ritos de belleza, de limpieza e higiene… son detalles que definen mucho una cultura.

#11.- LA FAMILIA

La jerarquía familiar es algo que varía mucho de una cultura a otra. Debemos dejar claro cómo funciona en la cultura que estamos inventando. Las relaciones familiares pueden ser muy estrechas, o por el contrario no tener más importancia que el hecho de pertenecer a un mismo núcleo.

¿Existe el matrimonio? ¿El divorcio? ¿Cuidan de sus hijos personalmente? ¿Los ancianos son importantes? ¿Se tiene en cuenta la línea hereditaria para algo importante?

#12.- RITOS FUNERARIOS

Cómo tratamos a nuestros muertos puede variar mucho si miramos diferentes culturas. ¿Se considera algo triste o cómo el inicio de un nuevo viaje? ¿Cómo despiden los familiares y amigos a sus fallecidos? ¿Su cuerpo es tratado con respeto o se considera una carcasa que una vez pierde la vida deja de ser importante? ¿Incineran los cuerpos, los entierran? Son pequeños detalles que marcan la diferencia entre una y otra cultura. ¿Se utilizan ornamentos en los ritos o como recuerdo para los familiares?

#13.- ARQUITECTURA

¿Las ciudades tienen una estructura definida? ¿Los hogares cuentan con estancias diferenciadas? Piensa si en tu cultura existen ornamentos en las calles, estatuas, plantas, árboles, símbolos… ¿Los edificios públicos son especiales? ¿La estética de las construcciones indica la clase de sus habitantes? Podemos crear una cultura en la que las líneas rectas definan sus edificios o las curvas, las esferas… podemos adaptar la arquitectura a las necesidades que hemos dado a los individuos que forman parte de la misma.

Todo lo expuesto define una cultura, aunque sería demasiado simple pensar que esto es todo, una cultura es algo muy complejo y rico para definirlo en trece puntos. Pero para crear una base para nuestra obra, puede ser suficiente. Y no olvides que una cultura es algo vivo, solo podemos ponerle un fin cuando caen las civilizaciones, por eso es muy complicado crear un único escrito, limitado en las páginas, que defina una cultura. Pero puede ser suficiente para tener claro de lo que hablamos y de cómo deben comportarse los personajes de nuestra obra.

Siguiendo estos pasos, ya tienes lo que necesitas para inventar esa cultura que envolverá tu obra. Tienes la capacidad de crear algo maravilloso, no te cortes a la hora de plasmarlo. Es tu historia y es tu mundo. Y nunca olvides, que estará tan vivo como tú lo quieras y que debes mover a tus personajes, dentro de él, siguiendo las premisas que tú mismo has impuesto, o rompiéndolas, porque del conflicto es de dónde nacen las mejores historias.

No es necesario que completes estos 13 puntos, pero ten en cuenta que cuantos más tengas, más definirás tu historia.

¿Y tú? ¿Has creado un mundo para tus historias? ¿Te ha costado hacerlo? Ponte manos a la obra, y crea ese universo que te ronda la cabeza desde hace mucho tiempo, ya no tienes excusas.

Un saludo y nos leemos en el próximo artículo, si no te has suscrito, hazlo ya, y no te perderás ninguno de nuestros artículos.

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Aprende a darle ritmo a tu historia. Como escribir una novela.
Descubre la forma de darle ritmo a tus tramas y lograr que los lectores no se despeguen de tu obra.

Como escritor y lector, ya sabes que hay libros que llevan la acción asociada por su propia temática o estructura. Y que hay libros con un ritmo vertiginoso y otros muy lentos. Y eso no tiene por qué ser malo, en principio. Cada libro necesita su ritmo. Y a veces, si no le damos el apropiado, podemos aburrir al lector o confundirlo.

Hay que ser cuidadoso a la hora de crear historias. No podemos escribir capítulos vertiginosos y capítulos lentos y agobiantes, necesitamos un ritmo coherente, lo que no implica que no podamos crear una montaña rusa de emociones. Hay que encontrar el ritmo apropiado, con el que no despistemos al lector y al mismo tiempo, mantengamos su expectación alerta.

Pero ¿De qué hablamos cuando decimos que la historia tiene un ritmo fuerte?

No significa que sea una historia llena de acción y situaciones cambiantes, que no deja respirar al lector, siempre pendiente de qué va a pasar ahora. No. Un ritmo fuerte implica una coherencia y constancia. La historia puede ser lenta, pero si mantiene una coherencia constante, estaremos haciéndolo bien. Pero no te olvides de crear situaciones que pongan al lector alerta. Es necesario mantener la atención del lector.

El ritmo va unido a la estructura que diseñemos para nuestra obra. No sé si has visto la película Memento. Tiene un ritmo y una estructura peculiar, que en un principio confunde al espectador, y que escena tras escena, va dando más información, hasta que lo entiendes todo. Así que tienes que ser fiel a la estructura que le has dado a tu novela y adaptar la acción a ella. Intenta no tocar demasiado de esto en las correcciones, o al menos, déjalo para la última cosa que corregirás.

Vamos a analizar diferentes puntos que marcarán el ritmo de nuestra historia:

#1

El gancho: la mayoría de las historias, comienzan con un capítulo donde se presenta al personaje principal. Nos muestra cómo es su vida diaria y crea en los lectores una unión para que se sientan identificados con él y quieran seguir conociéndolo y leyendo.

#2

El incidente desencadenante: en una obra, en la primera parte del libro, debe suceder un acontecimiento que cambie la vida del protagonista y lo saque de su monótona vida, aceptando la aventura que se le presenta.

#3

El punto de no retorno: llegados, más o menos, a la mitad de nuestra novela, el protagonista tiene que cruzar una línea que lo transporte, definitivamente, a un nuevo estado. Debe cambiar para siempre su actitud y crecer para diferenciarse de la persona que era al comienzo de la historia.

#4

El clímax: cuando el libro avanza hacia la resolución, el protagonista se enfrenta a todo lo que le impide alcanzar el éxito. A veces no es una única escena, son varias, en las que el protagonista va derrotando uno a uno sus miedos u oponentes para poder hacerse con la victoria. Y puede tener éxito o no. A veces el protagonista no alcanza lo que quiere, se ve derrotado, y consigue otras cosas con las que no contaba, eso ya dependerá de tu historia.

#5

Camino de regreso: el protagonista vuelve a su vida anterior, totalmente transformado y se reencuentra con todo lo que dejó atrás. Es una oportunidad de cerrar hilos sueltos y darle una resolución a todo lo que se quedó abierto.

Estos puntos los encontramos en infinidad de novelas. Es un ritmo al que estamos acostumbrados y que, como lectores, esperamos que suceda así. Como escritor, puedes y debes, encontrar el ritmo que mejor se adapte a ti. Este funciona a la perfección, pero eso no quiere decir que tú no puedas crear una nueva forma. Pero para inventar cosas nuevas, debes dominar las existentes primero.

Lo que tenemos que tener en cuenta, es, que entre esos puntos de los que hemos hablado, habrá varios capítulos que se encuentren enmarcados en ese ritmo (el incidente incitador, puede ser un solo capítulo, pero puede desarrollarse en varios; y con los demás puntos igual). Si no sabemos darle el ritmo apropiado a cada capítulo, podemos aburrir al lector y perder su atención. O peor aún, el lector puede cerrar tu libro y usarlo para calzar una mesa… pero no nos pongamos en lo peor. Necesitamos un equilibrio entre acción y calma.

Una historia necesita partes que lleven a la acción y acción pura que culmine en una nueva tranquilidad, hasta que la tensión vaya creciendo nuevamente para volver a nueva acción. Hablaríamos de un ciclo continúo de estímulo-reacción.

Pero, vamos a desgranarlo:

Primero:

La vida monótona de nuestro protagonista, se ve interrumpida por un conflicto, normalmente provocado por el antagonista, directa, o indirectamente (y ten siempre presente, que el antagonista no tiene que ser una persona, puede ser un desastre, una enfermedad, un obstáculo…). Este hecho, invitará al protagonista a responder con un movimiento que lo saque de su zona de confort. (ACCIÓN)

Segundo:

El movimiento que realiza el protagonista, provoca consecuencias. Esas consecuencias cambian su vida y su entorno, provocando que se vea removido y tendrá la necesidad de recomponerse, antes de poder acostumbrarse a la nueva situación. Los cimientos de su realidad se remueven y empieza a temer que su vida nunca volverá a ser la misma. (CALMA)

Tercero:

Llegado a este punto, el protagonista, enfrenta, aceptándolo o rehuyendo, el nuevo conflicto que necesita superar. Para ello, dará un paso que lo adentrará en un mundo distinto al que conocía y eso le provocará sentimientos muy dispersos, puede sentir miedo, alegría, dolor, rabia, tristeza… (ACCIÓN)

Cuarto:

Aquí es cuando el protagonista acepta su nueva realidad, comienza a sentir que los cambios son una realidad y que debe seguir adelante, aceptando las pérdidas o ganancias obtenidas. (CALMA)

Este ciclo puede repetirse tantas veces como quieras en tu novela, incluso puedes darle la vuelta, desordenarlo, alargarlo, darle más o menos intensidad. Lo ideal es mantener la tensión constante, pero ir resolviendo algunos conflictos menores, a medida que preparamos la obra para el conflicto más esperado, el enfrentamiento final entre el protagonista y su antagonista (y ya sabes, que el antagonista no tiene por qué ser alguien, puede ser una enfermedad, un problema en el trabajo, un desastre natural… las posibilidades son infinitas y sí, me repito, pero ¿a que ya no se te olvidará nunca?).

Puedes jugar un poco con los tiempos. Alargar la última calma, antes del apoteósico final; utilizar la última parte de acción, previa a la calma que antecede a la tormenta final, de forma que el protagonista se vea obligado a reflexionar y aceptar que el final se acerca…

Y recuerda, como escritor, puedes lograr que lo que no se suele hacer o lo que no funciona, sí lo haga, ahí estará la magia de tus ideas y de tus palabras. Pero, ya sabes, tienes que seguir los pasos de lo conocido, para poder adentrarte por tu cuenta en lo desconocido. Domina lo básico y lo aceptado, para hacer tu literatura cuando estés preparado.

Y eso es todo por hoy. Espero que te haya gustado este artículo y recuerda que puedes dejar tus comentarios y dudas aquí abajo. Un saludo y hasta la semana que viene.

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Crea un mentor que tus lectores no olviden
Aprende a escribir personajes únicos. Crea un mentor que tus lectores nunca olviden.

Los mentores, esos personajes que ayudan a los protagonistas, inculcándoles conocimiento o guiándolos en el camino. Piensa en tu historia favorita, seguro que en ella aparece algún personaje de este tipo. Gandalf, en el Señor de los Anillos, Obi Wan en La Guerra de las Galaxias, el místico que cría al último gelfling en Cristal Oscuro… Puedes encontrarlos en casi todas las aventuras, pero no se limitan a este tipo de obras de género fantástico, space ópera, aventuras… También tenemos al señor Miyagi, en Kárate Kid, Mickey Goldmill, en Rocky, Pay Mei, en Kill Bill…

De hecho, la palabra mentor la recibimos gracias al poema de Homero, la Odisea. Méntor, el amigo de Odiseo al que dejó el cuidado de su hijo Telémaco, convirtiéndose en su maestro y guía, nos presta su nombre; y hoy, llamamos a quienes inspiran y conducen a los protagonistas como él.

Lo primero que debes decidir, es si tu historia necesita un mentor. Si es que sí, vamos a ver cómo podemos hacer para que sea memorable. Este personaje solo debe aparecer si realmente es necesario para la evolución del protagonista. Meter un mentor en tu obra, sólo porque te parece que rellenaría unas cuantas páginas, sería el mayor error de tu vida. La novela perdería mucha calidad ante los ojos de tus lectores.

Analiza a tu protagonista, ¿necesita obtener un conocimiento o habilidad especial para alcanzar su éxito? Entonces, necesita un mentor. Aunque debes tener en cuenta, que un mentor no tiene por qué ser un personaje de carne y hueso. Puede ser un libro, una visión, un fantasma del pasado… Lo que debe hacer es cambiar al protagonista, de forma que alcance el éxito o que lo lance a la batalla para alcanzarlo.

Es fácil introducir un personaje mentor en tu obra, que le dé la sabiduría necesaria al protagonista; pero si de verdad quieres que tus lectores lo quieran, que jamás lo olviden, sigue estos consejos.

Los personajes, mentores o no, siempre deben modificar la historia, si su presencia o ausencia no marca la diferencia, toda esa historia que los rodea, sobra. No pierdas el tiempo en escribir sobre un personaje innecesario. En los últimos tiempos podemos ver muchas sagas que introducen personajes que desaparecen igual que aparecieron. Al final su presencia no importaba. La historia no cambiaba. Lo vemos mucho en las series. Nos aburren con capítulos y capítulos en los que nos presentan una historia y unos personajes, que una vez terminan su actuación, no cambiaban nada. A mí me da mucha rabia. Los personajes deben influir en el protagonista y en la historia, deben dejarlo marcado. Si podemos ver del capítulo 1-7, saltar al 15 y seguir sin importar que nos hemos perdido esos episodios… quiere decir que la trama de esos capítulos no vale para la historia. Piénsalo bien cuando prepares tu novela. Cada palabra, cada capítulo, tiene que marcar de alguna forma la historia o a los personajes.

Así que, vamos a ver algunos detalles que pueden aportar riqueza a nuestros personajes mentores:

  • Dale una historia propia. Tu mentor necesita una gran historia, es un sabio por algo y tiene cosas que enseñarle a tu protagonista, porque ha vivido muchos episodios interesantes. Si no cuentas nada de él, te limitas a hablar de él y que le proporcione ayuda al protagonista, puedes ahorrártelo, puede obtener el conocimiento de un libro o de cualquier parte. Un personaje tiene que cambiar la historia, dejar su huella. Y si puede ser sustituido por un objeto, no merece la pena dedicarle tiempo y trabajo a un personaje así.
  • Tu mentor debe tener un propósito. Quiere conseguir algo y puede alcanzarlo, depositando su sabiduría en el protagonista. A veces, el mentor debe servir de ejemplo al protagonista. En muchas ocasiones, podemos crear una escena en la que el mentor muere, provocando un cambio en su pupilo.

Existen algunas cosas que tu mentor puede hacer por tu historia y por tu protagonista. Vamos a ver unos ejemplos:

  1. Comparten su sabiduría.

Aconsejan al héroe en el fracaso y lo ayuda a vencer. Dan información que el lector va a agradecer, aunque no la compartan con el resto de personajes, nada crea más expectación que esas cosas que el lector sabe, pero el protagonista no.

  • Pueden salvar al héroe.

En cualquier momento de la historia, nunca en el desenlace, un mentor puede salvar la vida o sacar de una situación difícil a tu protagonista, haciendo gala de su conocimiento o poder.

  • Sirven de sacrificio que alienta al protagonista.

El mentor puede sacrificarse, mostrando lo malo que puede llegar a ser un villano o antagonista. O para que el protagonista se decida, al fin, a actuar.

  • Puede ser un ejemplo a seguir.

El mentor puede convertirse en la luz que guíe al protagonista y el espejo en que fijarse para alcanzar el éxito.

  • Son guías para los protagonistas.

El protagonista puede estar perdido, física, psíquica o emocionalmente y es el mentor quien puede reconducirlo.

  • Aporta nuevas habilidades o conocimiento.

La existencia de un mentor tiene que suponer un cambio en el protagonista, ya sea, enseñándole nuevas habilidades o mostrándole conocimientos que no puede adquirir de otra forma.

  • Pueden devolver al protagonista a la realidad.

Si el protagonista alcanza un éxito temprano o adquiere mucho poder, puede perderse, sintiendo que él está por encima de todo. El mentor está ahí para bajarle los humos y evitar que se pierda.

  • El mentor se convierte en estímulo.

El protagonista tiene una figura en la que fijarse y que siempre lo guíe por el buen camino.

Cuando introduzcas mentores en tus historias, asegúrate bien de que son necesarios, si los eliminas y no pasa gran cosa, tu historia no necesita un gran arreglo, es probable que no tenga cabida en tu historia. No hace falta que cumpla todo lo expuesto, pero sí un par de estos puntos. Y piensa que el mentor no tiene que ser de carne y hueso, presente en tu historia, puede ser alguien del pasado o de la historia de la humanidad. No tendrá una presencia física, pero sí emocional o mental.

Y esto es todo, ¿te gustan los mentores? ¿Tienes un buen recuerdo de algún personaje de este tipo? Puedes compartirlo con nosotros en los comentarios y siéntete libre de hacer las preguntas que quieras. Un saludo y nos leemos en el próximo artículo.

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Quieres perfeccionar tu escritura. Aprende a escribir una novela.
Quieres perfeccionar tu escritura. Aprende a escribir una novela. Consejos para escribir un libro.

¿Quieres perfeccionar tu escritura?

A veces, escribir puede resultar frustrante, como si necesitáramos entrar como espectadores para poder detallar mejor lo que rodea a la historia. Una buena forma, es intentar describir esa historia como si estuviéramos viéndola en una película.

Podemos hacer uso de un esquema de pasos, método muy utilizado para simplificar las escenas y poder seguir un guión previo para escribirla.

Pero ¿qué es un esquema de pasos?

Es un guión escueto en el que planteamos las acciones y eventos sin explicar más que su propio suceso. Con esto, simple y funcional, podemos escribir los capítulos o escenas, con la conciencia plena de seguir la trama o premisa.

Crea tu esquema de pasos:

  • Lo primero, debes escribir una lista donde expongas las escenas como en una cadena, que todas estén unidas. Así puedes ver de un vistazo toda tu estructura narrativa. Puedes aprovechar para ver si el desarrollo de tu historia contiene los pasos necesarios:

Introducción – evento desencadenante – clímax – resolución

  • Crea tarjetas de capítulos. Escribe el esquema de cada capítulo en una tarjeta que te permita ordenarlos o reestructurarlos, según te convenga.

No tienes que usar ambos sistemas, escoge la que más te guste.

Con la lista, o con las tarjetas, revisa tu historia, cada capítulo, ¿son necesarios? ¿Puedes eliminarlo sin problemas? ¿Deja un vacío en tu historia si lo quitas? Entonces, necesitas llenar ese hueco y crear un nuevo punto que una lo anterior y posterior.

El esquema de pasos es más utilizado en el mundo de los guiones, pero, si te gusta, es un buen método con el que planificar tus trabajos novelados. Nos permite ver toda la historia, rápidamente y modificar lo que sea necesario sin tener que remodelar todo el trabajo.

¿Y tú? ¿Tienes algún otro método para mejorar tu escritura? Puedes comentarlo aquí abajo y si te gusta escribir y aún no lo has hecho, suscríbete a nuestro blog y te regalamos fichas para tus personajes y para tus capítulos y una mini guía para planificar tu novela. Nos vemos en otro artículo, palabra de simio.

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