Consejos para escritores + Cómo escribir un libro

Categoría: Infinitos Monos (Página 12 de 20)

Te ayudamos a conseguir tu sueño de escribir tu novela.

Personajes antihéroes en Infinitos monos

Características de un antihéroe en narrativa

¿Estás cansado de los héroes de capa y espada, con sus corazones puros y sus nobles acciones? ¿Te aburren las historias de un bien perfecto contra un mal predecible, en las que el héroe siempre gana y el villano siempre pierde?

¡Tengo la solución perfecta para saciar tu sed de intriga y complejidad narrativa!

Olvídate de los estereotipos y adéntrate en el fascinante mundo de los personajes antihéroes; esas figuras imperfectas, de moral ambigua, que desafían las normas y te hacen cuestionar las fronteras entre lo correcto e incorrecto. A través de este artículo, te conduciré por el tortuoso pero enriquecedor proceso de construcción de personajes antihéroes, aquellos que, lejos de ser un mero espejismo de virtud, se revelan como espejos de nuestras propias imperfecciones.

Descubriremos juntos los 10 detalles clave que todo escritor debe dominar para dar vida a un protagonista que no solo cautive la curiosidad de los lectores, sino que los mantenga atrapados en la tensión de cada página. Te proporcionaré herramientas, ejemplos y consejos prácticos que transformarán tu escritura, dotándola de esa chispa que sólo los personajes antihéroes pueden encender.

Así que afila tu pluma y prepárate para una aventura literaria; es momento de romper moldes y abrazar la complejidad. Ponte cómodo, porque estás a punto de sumergirte en un viaje creativo que te llevará a explorar la rebeldía, la ambigüedad moral y un carisma tan irresistible como perturbador.

¡Adelante, el mundo de los personajes antihéroes te espera con sus sombras y secretos listos para ser descubiertos por tu pluma audaz!

Imperfecciones notorias que resuenan con profundidad

Tu personaje antihéroe debe estar lejos de la perfección, exhibiendo defectos que van más allá de lo superficial. Estas imperfecciones deben ser esenciales para su desarrollo y la trama misma. Pensemos en una cicatriz, no solo como una marca física, sino como un recordatorio constante de su pasado turbulento, que influye en sus decisiones y comportamientos actuales. O consideremos un temperamento explosivo que no solo define su interacción con otros personajes, sino que también pone a tus antihéroes en situaciones que exigen cambio o crecimiento personal.

Cada defecto debe ser una ventana hacia la complejidad del personaje y un motor para la narrativa. Por ejemplo:

Si tu antihéroe tiene problemas de confianza, esto podría llevarlo a tomar decisiones erróneas o a tener dificultades para formar alianzas clave.

Una tendencia al cinismo puede protegerlo de decepciones, pero también evitar que vea lo bueno en los demás o en situaciones que parecen desesperadas.

Un pasado oscuro como cimiento de su complejidad

El pasado de tus personajes antihéroes debe ser un laberinto de conflictos, errores y momentos críticos que han moldeado su visión del mundo y su personalidad. Para dar autenticidad y peso a su historia, es esencial construir un trasfondo creíble y detallado que explique sus motivaciones actuales. Considera estos elementos:

Traumas que dejan cicatrices psicológicas:

Tu antihéroe puede tener heridas emocionales que todavía están abiertas. Estas cicatrices pueden ser el motor de su búsqueda de redención o venganza, o la razón de su desconfianza y aislamiento.

Errores que definen su carácter:

Los errores pasados pueden perseguir a tu protagonista, ofreciendo una rica fuente de conflictos internos y externos. Estos errores pueden ser una carga que lucha por superar o pecados que busca expiar.

Decisiones difíciles que revelan su moralidad:

Las situaciones complicadas que requirieron decisiones cuestionables pueden mostrar las áreas grises de su moralidad. Estas decisiones pueden complicar aún más su relación con los personajes secundarios y con los lectores, que se verán obligados a reflexionar sobre lo que habrían hecho en su lugar.

Motivaciones egoístas que desafían la moral convencional

Las motivaciones de tu personaje antihéroe son el combustible de sus acciones y decisiones. A diferencia del altruismo típico de los héroes convencionales, un antihéroe se mueve por deseos y necesidades personales, que a menudo se sitúan en una zona moralmente ambigua. Es crucial desarrollar estos impulsos con una mirada introspectiva:

Venganza que consume:

Si tu antihéroe es impulsado por la venganza, asegúrate de que la audiencia comprenda la profundidad de la herida original. Esta motivación puede llevarlo por caminos oscuros, pero también puede ofrecer oportunidades para la reflexión y el cambio.

Riqueza y poder por sobre la redención:

Mientras que algunos personajes buscan redimirse, los antihéroes podrían buscar el éxito material o la dominación. Estas metas pueden revelar una complejidad en sus vulnerabilidades y en su definición de éxito.

Un objetivo personal que resuena universalmente:

Aunque su búsqueda sea egoísta, encontrar una manera de conectar sus deseos con experiencias humanas universales puede hacer que los lectores se identifiquen con él. Por ejemplo, su anhelo de poder puede esconder un deseo más profundo de seguridad o reconocimiento.

Moralidad ambigua que refleja la complejidad de la condición humana

La moral fluctuante de un personaje antihéroe refleja las contradicciones inherentes a la naturaleza humana. Esta ambigüedad no debe ser aleatoria, sino arraigada en su psicología y en su historia. Aquí hay formas de explorar y presentar esta ambigüedad:

Decisiones que desafían la clasificación moral:

Presenta situaciones en las que el camino «correcto» no está claro o es inexistente. Esto obliga al antihéroe a tomar decisiones basadas en un complejo cálculo de consecuencias, deseos y presiones, a menudo resultando en elecciones que desdibujan las líneas entre lo heroico y lo vil.

Conflictos internos que reflejan luchas externas:

Haz que la lucha interna del antihéroe con su propia moralidad sea un espejo de los conflictos más amplios de la historia. Esto puede llevar a momentos de crisis en los que debe elegir entre sus deseos y lo que es posiblemente correcto para los demás.

Consecuencias reales de sus acciones moralmente ambiguas:

Cuando tu antihéroe tome una decisión moralmente dudosa, asegúrate de mostrar las consecuencias reales de esa elección, tanto para él como para los que lo rodean. Esto no solo añade realismo a tu historia, sino que también permite a los lectores ver y sentir el peso de esas decisiones.

Desafío a las normas sociales como bandera de su identidad

El desprecio de los personajes antihéroes por las convenciones y su disposición a transgredir las reglas es una declaración de su independencia y a menudo, un reflejo de su visión del mundo. Este rasgo puede presentarse de diversas maneras:

Rebelión con causa:

Dale a tu antihéroe una razón convincente para su rebeldía. Esto puede ser resultado de una injusticia personal o una desilusión con el sistema. Su desafío a las normas puede ser una búsqueda para ajustar cuentas o cambiar un estado de cosas corrupto o ineficiente.

Lucha contra la autoridad establecida:

Coloca a tu antihéroe en una posición donde confrontar la autoridad sea una necesidad, no solo una elección. Esto puede manifestarse en una resistencia activa contra figuras de poder o en una lucha contra un entorno opresivo.

Actitud desafiante en lo cotidiano:

La rebeldía de tu antihéroe también puede expresarse en pequeños actos de desafío cotidiano, en su estilo de vida o en su interacción con otros personajes. Esto ayuda a construir un perfil coherente y verosímil que se mantiene constante a lo largo de la narrativa.

Relaciones complicadas que definen y desafían al personaje

Las interacciones de tu personaje antihéroe con los demás son un reflejo de su mundo interno y un campo fértil para la creación de conflictos y subtramas. Estas relaciones deben ser tan multifacéticas como el propio personaje:

Alianzas frágiles y tensiones constantes:

Haz que las relaciones de tu antihéroe sean un tira y afloja de lealtades y traiciones. Una alianza con un personaje que tiene objetivos contrarios puede ser fuente de tensión constante, así como una fascinante dinámica de poder.

Amores imperfectos:

El amor en la vida de un antihéroe raramente es sencillo. Puede estar marcado por el conflicto, la pasión y el desacuerdo, ofreciendo una rica veta para explorar su vulnerabilidad y su necesidad de conexión.

Enemistades que revelan su carácter:

Las enemistades de tu antihéroe pueden revelar mucho sobre él. Un némesis digno puede actuar como un espejo oscuro, reflejando y desafiando los aspectos menos deseables o más ocultos de su personalidad.

Conexiones con personajes que desafían su visión del mundo:

Introduce personajes que cuestionen o contrasten con la visión del mundo de tu antihéroe. Estas interacciones pueden ser una fuente de crecimiento personal o un catalizador para la acción.

Un sentido del humor peculiar como firma de su personalidad

El humor en tu personaje antihéroe sirve como un contrapunto a la oscuridad de su mundo y como una ventana a su alma. Es un rasgo que puede hacerlo más accesible y memorable:

Sarcasmo como escudo:

Utiliza el sarcasmo como una armadura que protege al antihéroe de los golpes emocionales del mundo, permitiéndole comentar sobre la realidad de una forma que puede ser tanto mordaz como reveladora.

Ironía que refleja inteligencia:

La ironía puede ser una expresión de la agudeza intelectual del antihéroe, mostrando su habilidad para ver más allá de las apariencias y cuestionar la realidad que lo rodea.

Humor negro como desafío a la adversidad:

Un sentido del humor macabro puede ser una forma de enfrentar situaciones sombrías, mostrando cómo el antihéroe maneja el dolor y el sufrimiento con una risa en lugar de una lágrima.

Habilidades excepcionales que compensan sus fallas

Las destrezas sobresalientes de tu personaje antihéroe no solo lo diferencian del resto, sino que también justifican su papel en la historia. Estas habilidades deben ser tan intrigantes como sus imperfecciones:

Proezas físicas que imponen respeto:

Si tu antihéroe destaca en combate o tiene habilidades atléticas extraordinarias, asegúrate de que estas se integren de manera natural en la trama y que su uso sea crucial en momentos definitorios de la historia.

Agudeza mental que sorprende:

Las habilidades intelectuales, como la astucia estratégica o la maestría en el arte de la manipulación, deben ser evidentes en cómo el antihéroe se mueve en el tablero de juego de la narrativa, superando obstáculos y oponentes con su ingenio.

Talentos únicos que definen al personaje:

Las habilidades inusuales pueden ser una firma del antihéroe y funcionar como un elemento distintivo de su identidad. Ya sea que tenga una memoria eidética o una habilidad para descifrar códigos y lenguajes, estas destrezas deben tener un impacto directo en el desarrollo de la trama y en su supervivencia.

Redención o arco de cambio que redefine al personaje

El viaje de un personaje antihéroe a menudo se define por su evolución personal, que lo lleva desde una moral dudosa hacia una forma de redención o cambio significativo. Este arco de transformación es esencial para su desarrollo:

Confrontación con el pasado:

Las experiencias que empujan al antihéroe a enfrentar las consecuencias de sus acciones pasadas son cruciales. Estos momentos pueden ser catalizadores para el cambio, obligándolo a reconsiderar su camino y su identidad.

Desafíos que prueban su carácter:

Coloca a tu antihéroe ante pruebas que le exijan ir más allá de su zona de confort moral. Las situaciones que desafían sus creencias y su código ético pueden llevarlo a una introspección profunda y a una posible redefinición de su rol en la historia.

Oportunidades de redención:

Proporciona momentos donde el antihéroe puede elegir hacer lo correcto, incluso cuando es lo más difícil. Estos puntos de inflexión deben sentirse ganados y en línea con su desarrollo como personaje, más que ser imposiciones del guion.

Evolución creíble:

La transformación del antihéroe debe ser gradual y plausible. Evita los cambios rápidos o forzados; en su lugar, construye su redención paso a paso, a través de decisiones y errores que reflejen un proceso de aprendizaje y crecimiento genuinos.

Carisma indiscutible que trasciende sus defectos

El personaje antihéroe debe poseer un magnetismo que capture la imaginación de los lectores y los mantenga invirtiendo en su historia, incluso cuando su moralidad sea cuestionable. Este carisma puede manifestarse de múltiples maneras:

Encanto en la adversidad:

Asegúrate de que tu antihéroe tenga una presencia que brille incluso en los momentos más oscuros. Su capacidad para enfrentar la adversidad con un comentario astuto o una sonrisa socarrona puede hacerlo tremendamente atractivo.

Estilo único y distintivo:

Ya sea a través de su vestimenta, su lenguaje corporal o su forma de hablar, dale a tu antihéroe un estilo que lo haga inolvidable. Debe destacar sin esfuerzo en un mar de personajes genéricos.

Habilidad para maniobrar en el caos:

Los lectores admiran a los personajes que pueden salir airosos de situaciones difíciles. Demuestra la habilidad de tu antihéroe para navegar por el caos con inteligencia y astucia, reforzando así su carisma.

Vulnerabilidad ocasional:

Un momento de vulnerabilidad puede aumentar el carisma de tu antihéroe, haciéndolo más accesible y humano. Estos destellos de autenticidad pueden generar una conexión profunda con los lectores.

Ahí lo tienes, 10 detalles esenciales que respirarán vida en el corazón de tu personaje antihéroe. Recuerda, lo primordial es sumergirse en el gozo del proceso creativo. Al adentrarte en los recovecos de su mundo y desentrañar los matices de su ser, descubrirás que tu creación puede ser un espejo sorprendente y revelador de la condición humana.

No temas explorar y jugar con estas características, mezclándolas y adaptándolas para forjar un antihéroe que no solo sea único y memorable, sino que también resuene con autenticidad y complejidad. Y recuerda que no estás solo en esta travesía creativa; aquí me tendrás para ofrecerte apoyo y consejos, para guiarte en el proceso de dar vida a un protagonista tan fascinante como inolvidable.

Que la inspiración te acompañe siempre, iluminando tu camino creativo y abriendo puertas a infinitas posibilidades narrativas.

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¡Cómo escribir un relato que haga historia!

¿Sabías que se dice que si un número infinito de monos teclea al azar en un número infinito de máquinas de escribir, tarde o temprano escribirán una obra maestra? ¡Pues ese es nuestro lema! Y hoy, querido lector, estamos aquí para desvelar el misterio detrás de cómo escribir un relato que haga historia. Somos conscientes de que no existe una fórmula mágica que garantice crear una narración que atrape a todos. Sin embargo, existen ciertos consejos y trucos que podrían ser las llaves que necesitas para abrir la puerta del éxito literario. Así que toma nota, afila tu lápiz y prepárate para dejar fluir tus ideas en la búsqueda de escribir un relato que haga historia.

Encuentra una idea (pero no cualquier idea)

Antes de emprender la aventura de escribir un relato que haga historia, es crucial que te hagas con una idea que realmente te apasione. La inspiración puede surgir de cualquier lugar: tus vivencias personales, las noticias del día, conversaciones cotidianas e incluso tus sueños más enigmáticos. El horizonte es vasto, ¡así que no hay límites! Sin embargo, lo más importante es optar por una idea que te haga vibrar. Si tú mismo no sientes esa chispa creativa, será complicado que consigas transmitirla a tus lectores y, por ende, escribir un relato que haga historia.

Definir los personajes

Para escribir un relato que haga historia, una de las claves es diseñar personajes memorables y bien construidos. No es suficiente con asignarles un nombre y una apariencia física; tienes que conocerlos en toda su complejidad. ¿Cuáles son sus anhelos y sus temores? ¿Qué virtudes los adornan y qué defectos los ensombrecen? ¿Cómo se expresan y cómo interactúan con los demás personajes del relato? Un conocimiento profundo de tus personajes no solo te permitirá escribir diálogos más naturales, sino que también hará más creíbles las situaciones en las que los sumerjas. Y en la suma de estos detalles se encuentra la receta para escribir un relato que haga historia.

Establece un conflicto

Si quieres escribir un relato que haga historia, es imprescindible que establezcas un conflicto central; algo que sea el corazón palpitante de tu narrativa. Imagina un relato sin conflicto como un pastel sin azúcar: insípido y aburrido. El conflicto es el motor que propulsa la trama y el elemento que mantendrá a tus lectores pegados a cada palabra. Ya sea algo tan introspectivo como la lucha interna de un personaje o algo de proporciones épicas como una guerra entre naciones, el conflicto debe servir como el hilo conductor que teje toda la trama. Incrementa la tensión de manera gradual y mantén a tu audiencia en vilo; solo así lograrás escribir un relato que haga historia.

Estructura tu relato

Con los personajes definidos y el conflicto establecido, el siguiente paso para escribir un relato que haga historia es trazar su estructura. Aunque hay autores que son más proclives a la improvisación, contar con una estructura básica previa te ayudará a mantener el rumbo de la narración y a detectar posibles fallos en la trama antes de que se transformen en dolores de cabeza. Aquí te presentamos una estructura sencilla pero efectiva que podría servirte como guía:

• Introducción: En esta etapa, es fundamental presentar a los personajes y el escenario en el que se desenvolverán. Esto sentará las bases para que puedas escribir un relato que haga historia.

• Desarrollo: Aquí es donde se introduce el conflicto que habrá de mantener a tus lectores en vilo. Despliega las estrategias que los personajes emplearán para abordar y resolver dicho conflicto.

• Clímax: Este es el punto de máxima tensión en tu relato. El conflicto llega a su cénit y las decisiones que se tomen aquí serán cruciales para el desenlace de la historia. • Desenlace: Resuelve el conflicto y muestra las consecuencias que este ha tenido para tus personajes. Es tu oportunidad de cerrar los arcos narrativos y dejar una impresión duradera en el lector, culminando así tu objetivo de escribir un relato que haga historia.

Encuentra tu voz

En el viaje para escribir un relato que haga historia, una de las etapas más cruciales es encontrar tu propia voz como escritor. Cada autor tiene su estilo y su voz única, y es precisamente esta autenticidad la que añade un valor irremplazable a tu obra. En lugar de intentar imitar a tus autores favoritos, enfócate en descubrir y cultivar tu propia voz. Experimenta con diferentes estilos, tonos y ritmos hasta que des con aquel que resuene más contigo y con tu narrativa. Recuerda siempre que ser auténtico no solo enriquecerá tu relato, sino que también te permitirá destacar entre la multitud y, por ende, escribir un relato que haga historia.

Muestra, no cuentes

Una de las máximas más valiosas en el arte de escribir un relato que haga historia es el principio de «mostrar, no contar». Un error frecuente entre escritores, especialmente los noveles, es caer en el exceso de narración, explicando cada detalle en lugar de permitir que las acciones y los diálogos de los personajes lo hagan por ellos. Al optar por la explicación constante, corres el riesgo de alienar a tus lectores, haciendo que pierdan el interés en tu historia. En lugar de dictarles cómo deberían sentirse los personajes, permite que tus lectores lo descubran por sí mismos a través de lo que tus personajes hacen y dicen. Esta es una de las claves para mantener una narración vibrante y, en última instancia, escribir un relato que haga historia.

Revísalo, revísalo y revísalo

Finalizar la última frase de tu borrador no es el final del camino para escribir un relato que haga historia. Más bien, es el punto de partida de una fase igualmente crucial: la revisión. Este es el momento de pulir tu obra, de eliminar cualquier error, inconsistencia o laguna en la trama que pueda haberse colado. No temas hacer cambios significativos, recortar escenas o incluso prescindir de personajes si eso contribuye a mejorar la calidad de tu relato. Es esta etapa de revisión minuciosa la que convertirá tu obra en algo digno de recordarse. Y no olvides el valor de una segunda opinión; una mirada fresca puede ofrecer insights que quizás tú mismo no habías considerado, y que pueden ser cruciales para escribir un relato que haga historia.

No te rindas

Sin lugar a dudas, escribir un relato que haga historia es un desafío considerable. Enfrentarás periodos de bloqueo creativo, momentos de frustración e incluso la tentación de abandonar el proyecto. Pero es crucial recordar que el verdadero éxito en la escritura no se alcanza de la noche a la mañana. Es un proceso que exige perseverancia, paciencia y una dosis inquebrantable de esfuerzo. Así que si las cosas no marchan como lo habías planeado, no te desanimes. Aprende de tus errores, mantén el rumbo y, por encima de todo, continúa escribiendo. Solo a través de la resiliencia y el compromiso constante tendrás la posibilidad de escribir un relato que realmente haga historia.

En resumen, si te preguntas cómo escribir un relato que haga historia, los ingredientes clave son pasión por tu trama y tus personajes, encontrar tu propia voz y un compromiso férreo con la revisión y el perfeccionamiento de tu obra. Y no olvides nuestro lema: si un número infinito de monos teclea al azar, eventualmente podrían crear una obra maestra. Entonces, ¿quién sabe? Con la suficiente dedicación y esfuerzo, podrías ser tú uno de esos «monos» que logre escribir un relato que haga historia y se quede grabado en la memoria de tus lectores.

¡Ánimo, y a darle vida a esos infinitos monos que todos llevamos dentro! Estamos emocionados por leer tus próximos relatos y compartir nuestras experiencias en este apasionante universo de la escritura creativa.

Esperamos que este artículo te haya ofrecido las herramientas y la inspiración necesaria para escribir un relato que haga historia. Si te ha sido útil y quieres seguir disfrutando de contenido de calidad, te invitamos a suscribirte a nuestro blog, Infinitos Monos.

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¡Gracias por acompañarnos en este apasionante viaje por el mundo de la escritura! Hasta la próxima, queridos amigos.

7 trucos para captar la atención de los lectores

7 trucos para enganchar a tus lectores

Los escritores tenemos que competir con toda clase de distracciones. La televisión es una terrible ladrona de lectores. Es difícil competir contra algo que ofrece diversión a cambio de sentarse y abrir los ojos y los oídos. Un libro exige más atención, que el lector se siente y se relaje y rato, que se olvide de la tele, del móvil, otro gran enemigo de los escritores. Los que amamos leer sabemos que ninguna serie ni película es capaz de mejorar un buen libro, bueno, alguno sí, pero pocos.

Por eso, para que sepas cómo hacer que se olviden un rato de sus vidas y que no se preocupen por no poder compartir la clave de Netflix, he escrito este artículo: 7 trucos  para enganchar a tus lectores.

1

La intriga

Empieza con una escena intrigante
Empieza con una escena intrigante

Empieza con una escena intrigante: Desde la primera línea, es importante que el lector sienta curiosidad por lo que está sucediendo en la historia. Puedes comenzar con una situación misteriosa, un conflicto emocionante o una pregunta que invite al lector a seguir leyendo para obtener la respuesta.

«La cúpula» de Stephen King podría considerarse un ejemplo de novela que comienza con un misterio y que no se descubre hasta el final.

En esta novela, una cúpula invisible cae sobre la pequeña ciudad de Chester’s Mill, dejando a los residentes atrapados adentro. A medida que la situación se vuelve cada vez más desesperada, los residentes luchan por sobrevivir en medio del caos, la confusión y la violencia.

A medida que la trama avanza, los personajes comienzan a descubrir pistas y secretos sobre la cúpula, incluyendo quién o qué está detrás de ella y por qué se colocó allí en primer lugar. El gran misterio de la novela no se resuelve hasta el final, cuando se revela la verdad detrás de la cúpula y su propósito.

«La cúpula» es una novela de suspense y ciencia ficción que ofrece una lectura emocionante y llena de giros y sorpresas hasta el final. Con una gran cantidad de personajes complejos y una trama envolvente, es una excelente muestra de cómo una novela puede mantener al lector en vilo hasta el último momento. Qué mejor forma de captar la atención del lector, que plantar una cúpula invisible que parte por la mitad a un castor y hace que una avioneta se estrelle contra ella.

2

Personajes memorables

Crea personajes interesantes y complejos que los lectores puedan comprender y con los que puedan identificarse.
Crea personajes interesantes y complejos que los lectores puedan comprender y con los que puedan identificarse.

Los personajes son la clave para que los lectores se sientan emocionalmente involucrados en la historia. Crea personajes interesantes y complejos que los lectores puedan comprender y con los que puedan identificarse.

Cuántas veces te has leído del tirón un libro, por el simple hecho de encontrarte con un personaje que querrías como amigo. Escribir buenos personajes es un imán para atraer lectores y obligarlos a leer hasta la última coma de tu trabajo.

Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle: Holmes es un detective privado inglés, conocido por su capacidad para resolver casos aparentemente imposibles gracias a su agudo poder de observación y razonamiento deductivo. Se ha convertido en parte de la cultura occidental. Seguro que alguna vez has escuchado: ¿Te crees Sherlok Holmes? Ante alguien que quiere desvelar algún problema o misterio.

Huckleberry Finn de Mark Twain: Huckleberry Finn es el protagonista de la novela «Las aventuras de Huckleberry Finn», un niño pícaro y aventurero que vive en el sur de los Estados Unidos en la década de 1830.

Elizabeth Bennet de Jane Austen: Elizabeth es la protagonista de «Orgullo y Prejuicio», una joven inteligente, vivaz e independiente que desafía las expectativas sociales de la época y lucha por encontrar el amor verdadero.

Holden Caulfield de J.D. Salinger: Holden es el protagonista de «El guardián entre el centeno», un joven cínico y rebelde que lucha por encontrar su lugar en el mundo y se enfrenta a la hipocresía y la falsedad de la sociedad.

Bilbo Bolsón de J.R.R. Tolkien: Bilbo es el protagonista de «El Hobbit», un hobbit pacífico y hogareño que se embarca en una peligrosa aventura para ayudar a un grupo de enanos a recuperar su tesoro robado.

Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes: Don Quijote es el protagonista de la novela homónima, un caballero andante que se adentra en el mundo real en busca de aventuras y justicia, pero que a menudo se confunde por su locura. Ya sabes, en la vida hay muchos Quijotes.

Atticus Finch de Harper Lee: Atticus es el protagonista de «Matar a un ruiseñor», un abogado y padre soltero en la década de 1930 en el sur de los Estados Unidos, quien defiende a un hombre negro acusado de un crimen que no cometió, desafiando así la discriminación racial de la época.

Estos son solo algunos ejemplos de personajes memorables en la literatura, hay muchos más, tal vez el siguiente sea tuyo, o mío, ¿por qué no soñar?

3

El lenguaje

Usa un lenguaje evocador y descriptivo que haga que el lector se sienta como si estuviera allí con los personajes, experimentando la historia al instante.
Usa un lenguaje evocador y descriptivo que haga que el lector se sienta como si estuviera allí con los personajes, experimentando la historia al instante.

La elección de palabras es importante en cualquier texto literario. Usa un lenguaje evocador y descriptivo que haga que el lector se sienta como si estuviera allí con los personajes, experimentando la historia al instante.

No te exijas el uso de palabras rebuscadas o que suenen cultas, o bien, no. Eso es un error de dimensiones estratosféricas, ¿verdad? Con lo fácil que me hubiera sido decir, que es un error muy grande y ya… No. Utiliza un lenguaje adaptado a tu historia, sí. Pero intenta escribir con naturalidad, si tu personaje es pedante, pues que sus diálogos lo representen, pero, si no es así, no pongas palabras que no pegan ni con cola.

Un ejemplo de novela en la que el uso rebuscado del lenguaje la convierte en un fracaso es «Gatsby» de Ernest Vincent Wright.

Publicada en 1939, «Gatsby» es una novela experimental que se escribió sin la letra «e». Wright se propuso el desafío de escribir una novela completa sin la letra «e», lo que resultó en un uso altamente rebuscado del lenguaje y una trama confusa e incomprensible.

La trama sigue al personaje principal, John Gatsby, quien es elegido como alcalde de una pequeña ciudad en Nueva York y se propone revitalizar la comunidad. Sin embargo, debido al uso forzado del lenguaje, la novela es difícil de leer y comprender, lo que la convierte en un fracaso literario.

Aunque «Gatsby» fue un experimento interesante y desafiante, el uso rebuscado del lenguaje se convirtió en un obstáculo insuperable para la mayoría de los lectores y críticos literarios, lo que llevó a que la novela no fuera bien recibida en su época y no haya perdurado en la historia de la literatura.

También hay casos, en los que el problema no es la pérdida de calidad, el problema es que todos los lectores no tienen el nivel necesario, ni las ganas, para detenerse a leer con calma y atención una novela.

Otro ejemplo de una novela en la que el uso rebuscado del lenguaje la convierte en un fracaso es «A la recherche du temps perdu» (En busca del tiempo perdido) de Marcel Proust.

Esta obra, publicada entre 1913 y 1927, es considerada una de las más grandes obras de la literatura francesa, pero su estilo de escritura es conocido por ser altamente rebuscado y difícil de leer.

La trama sigue al narrador, quien recuerda su vida a través de una serie de experiencias y encuentros con personajes diversos. Sin embargo, el estilo de Proust incluye largas oraciones, uso excesivo de adjetivos y descripciones detalladas, lo que puede hacer que el texto sea difícil de seguir y comprender.

A pesar de su gran impacto en la literatura, la complejidad y la densidad del lenguaje de Proust pueden resultar en una lectura desafiante para algunos lectores, lo que puede dificultar el disfrute de la obra.

Una novela en la que el uso del lenguaje es demasiado rebuscado y puede resultar difícil de leer es «Finnegans Wake» de James Joyce.

En esta novela, Joyce experimenta con el lenguaje y crea una obra de gran complejidad y densidad lingüística. La trama es difícil de seguir y los personajes son difíciles de entender, pero lo más desafiante es el uso del lenguaje.

Joyce utiliza un estilo altamente elaborado y enrevesado, lleno de neologismos, juegos de palabras y referencias oscuras. A menudo se cambia de idiomas, destruye la sintaxis y crea palabras nuevas que desafían la comprensión del lector.

Incluso los críticos más experimentados han luchado para entender «Finnegans Wake» en su totalidad, lo que ha llevado a que algunos lo consideren una obra genial, pero también inaccesible y demasiado difícil de leer.

4

El ritmo

Asegúrate de que el ritmo de la narrativa sea adecuado y que no haya momentos en los que la historia se estanque.

Es importante que la historia se desarrolle de manera constante y que haya suficiente tensión y suspense para mantener al lector interesado. Asegúrate de que el ritmo de la narrativa sea adecuado y que no haya momentos en los que la historia se estanque.

No es necesario que lleves un ritmo trepidante, ni que te detengas a explicar con detenimiento cada cosa que escribas. Hay que encontrar el ritmo perfecto. Combinar los periodos de calma, con la acción, los diálogos, las descripciones… todo en su justa medida.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que tienen el ritmo perfecto y eso las convirtieron en éxitos:

«El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald: Esta novela cuenta la historia del misterioso millonario Jay Gatsby y su obsesión por la mujer que ama. La prosa de Fitzgerald fluye con elegancia y precisión, y la trama se desarrolla a un ritmo cautivador que mantiene al lector enganchado hasta el final.

«Harry Potter y la piedra filosofal» de J.K. Rowling: El primer libro de la serie de Harry Potter es un ejemplo perfecto de cómo mantener un ritmo ágil y emocionante. Rowling equilibra hábilmente la acción, el misterio y la magia, creando un universo narrativo que es fascinante y adictivo.

«Matar a un ruiseñor» de Harper Lee: Esta novela, que trata temas de justicia y prejuicio en el Sur de Estados Unidos, tiene un ritmo pausado y reflexivo que se adapta perfectamente a la narración de la historia desde el punto de vista de la joven Scout Finch. La voz narrativa de Lee es elegante y emotiva, y el ritmo de la novela lleva al lector a través de una exploración profunda de la condición humana.

«Cien años de soledad» de Gabriel García Márquez: Esta novela utiliza un estilo de narración mágico y surrealista para contar la historia de la familia Buendía y su ciudad ficticia, Macondo. García Márquez maneja hábilmente el tiempo y el espacio, creando una obra de ritmo perfecto que lleva al lector a través de una exploración fascinante de la cultura y la historia latinoamericanas.

«Orgullo y prejuicio» de Jane Austen: Esta novela de la época georgiana cuenta la historia de Elizabeth Bennet y su búsqueda del amor verdadero. La prosa de Austen es elegante y precisa, y el ritmo de la novela es equilibrado, con momentos de tensión y emoción que hacen que la lectura sea adictiva y satisfactoria.

5

El conflicto

Asegúrate de que el conflicto sea emocionante y tenga suficiente en juego para que el lector se preocupe por lo que sucede a continuación.

Toda buena historia tiene un conflicto que debe resolverse. Asegúrate de que el conflicto sea emocionante y tenga suficiente en juego para que el lector se preocupe por lo que sucede a continuación. Ese conflicto podría ser esa Gran Pregunta a la que se enfrenta tu protagonista. No es suficiente con exponerlo claramente, ni veladamente, no, es necesario que quede claro a lo largo de la obra y que sea resuelto al final de la misma. Y esa resolución puede ser positiva o negativa, incluso puede ser un quizás. Pero de alguna forma, no debe dejar al lector con una duda. Un quizás no está definido del todo, pero sí puede satisfacer al lector. No dar ni siquiera un quizás, es lo peor que puedes hacerle a tus lectores y a tu obra.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas en las que el protagonista se enfrenta a un conflicto emocionante:

«El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald: El protagonista, Jay Gatsby, lucha por recuperar el amor de su vida, Daisy, mientras navega por la alta sociedad de Nueva York en los años 20.

«1984» de George Orwell: El protagonista, Winston Smith, se rebela contra el control totalitario del estado y la manipulación de la verdad en una sociedad distópica.

«El juego de Ender» de Orson Scott Card: El protagonista, Ender Wiggin, es entrenado para liderar una guerra intergaláctica contra una raza alienígena, pero a medida que se desarrolla el conflicto, comienza a cuestionar la moralidad de su misión.

«Matar a un ruiseñor» de Harper Lee: El protagonista, Scout Finch, aprende valiosas lecciones sobre el racismo y la justicia a través del proceso de defensa de su padre, Atticus Finch, en un caso de acusación falsa.

«El Hobbit» de J.R.R. Tolkien: El protagonista, Bilbo Bolsón, se embarca en una aventura peligrosa para recuperar un tesoro robado por el dragón Smaug, enfrentándose a múltiples peligros y desafíos en el camino.

«Las aventuras de Huckleberry Finn» de Mark Twain: El protagonista, Huck Finn, escapa de su padre abusivo y se une a Jim, un esclavo fugitivo, en un viaje por el río Mississippi, desafiando las leyes y las normas sociales de la época.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas en las que el protagonista se enfrenta a un conflicto emocionante y desafiante, pero hay muchas otras novelas que también presentan situaciones similares.

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Los diálogos

El diálogo puede ser una herramienta poderosa para agregar dinamismo a la narrativa.

El diálogo puede ser una herramienta poderosa para agregar dinamismo a la narrativa. Crea diálogos interesantes que muestren la personalidad de los personajes y avancen la trama. Pero no te pases, a todos nos gusta leer diálogos, porque es la parte en la que la historia es más pura. Leemos las palabras directas de los personajes y podemos conocerlos mejor, sin el sesgo de un narrador que nos los presenta cómo él los ve. Si quieres aprender a escribir diálogos creíbles, puedes leer el artículo que escribí sobre el tema en el enlace que te dejo.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas en las que los diálogos son importantes y tienen mucho protagonismo:

1.          «Ulises» de James Joyce: Esta novela modernista es conocida por su estilo experimental y sus largos monólogos interiores, pero también tiene una gran cantidad de diálogos que reflejan la vida cotidiana de los personajes en Dublín.

2.         «Diario de un loco» de Nikolái Gógol: Esta novela corta está escrita en forma de diario y presenta los pensamientos y conversaciones del protagonista, un burócrata ruso que se vuelve loco.

3.         «Las aventuras de Sherlock Holmes» de Arthur Conan Doyle: Estas historias detectivescas se centran en los diálogos entre el famoso detective Sherlock Holmes y su compañero el Dr. Watson, mientras resuelven misterios en la Inglaterra victoriana.

4.        «La conjura de los necios» de John Kennedy Toole: Esta novela cómica presenta una serie de diálogos entre el protagonista, Ignatius J. Reilly, y los personajes excéntricos que lo rodean en la Nueva Orleans de los años 60.

5.        «La náusea» de Jean-Paul Sartre: Esta novela filosófica está escrita en forma de diario y presenta los pensamientos y diálogos internos del protagonista, Antoine Roquentin, mientras reflexiona sobre la existencia y la libertad.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas en las que los diálogos son importantes y tienen mucho protagonismo, pero hay muchas otras novelas que también presentan diálogos significativos y memorables.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que hacen un mal uso de los diálogos:

«Cincuenta sombras de Grey» de E.L. James: Esta novela erótica es criticada por sus diálogos repetitivos y poco realistas, que a menudo se sienten forzados y artificiales.

«El código Da Vinci» de Dan Brown: Esta novela de suspenso es criticada por sus diálogos expositivos, que a menudo se utilizan para explicar información en lugar de desarrollar la trama o los personajes.

«Crepúsculo» de Stephenie Meyer: Esta novela de romance sobrenatural es criticada por sus diálogos simplistas y poco realistas, que a menudo se centran en el romance y la belleza física de los personajes en lugar de su profundidad emocional o intelectual.

«El lector» de Bernhard Schlink: Esta novela se centra en una relación ilícita entre un adolescente y una mujer mayor, pero es criticada por sus diálogos planos y poco convincentes, que no logran transmitir la complejidad emocional de los personajes.

«El código enigma» de Michael Apted: Esta novela histórica se centra en la vida del matemático Alan Turing durante la Segunda Guerra Mundial, pero es criticada por sus diálogos forzados y poco realistas, que no logran transmitir la tensión emocional o la complejidad de los personajes.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas que hacen un mal uso de los diálogos, pero hay muchas otras novelas que también han sido criticadas por sus diálogos poco convincentes o forzados.

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La sorpresa

Asegúrate de que la trama sea lo suficientemente compleja como para mantener al lector en vilo y de que haya sorpresas inesperadas que lo mantengan enganchado hasta el final.

Finalmente, para mantener el interés del lector, es importante tener giros sorprendentes e inesperados en la historia. Asegúrate de que la trama sea lo suficientemente compleja como para mantener al lector en vilo y de que haya sorpresas inesperadas que lo mantengan enganchado hasta el final.

Te mucho cuidado a la hora de sorprender a tus lectores, no vale con sacarse un as de la manga y cambiar las cosas a tu conveniencia, no. Cada hecho que acontezca, aunque pueda resultar inesperado, debe ser algo meditado y bien trabajado. Lo que quiero decir es que debe tener sentido en tu historia. No vale un sí porque sí.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que tienen giros inesperados que las convierten en un éxito:

1.          «La chica del tren» de Paula Hawkins: Esta novela de suspenso sigue a una mujer que se obsesiona con una pareja que ve desde el tren, pero cuando uno de los personajes desaparece, se produce un giro inesperado que cambia la perspectiva del lector y lleva a una conclusión sorprendente.

2.         «El psicoanalista» de John Katzenbach: Esta novela de suspenso sigue a un psicoanalista que es secuestrado por uno de sus pacientes, pero cuando se produce un giro inesperado en la trama, el lector descubre que hay mucho más en juego de lo que parece y que nada es lo que parece.

3.         «La sombra del viento» de Carlos Ruiz Zafón: Esta novela de misterio e intriga sigue a un joven que descubre un libro en una biblioteca misteriosa, pero cuando comienza a investigar la vida del autor, se produce un giro inesperado que cambia la dirección de la trama y lleva a una conclusión sorprendente.

4.        «Gone Girl» de Gillian Flynn: Esta novela de suspenso sigue a un hombre cuya esposa desaparece misteriosamente, pero cuando se produce un giro inesperado en la trama, el lector descubre que nada es lo que parece y que hay más en juego de lo que el protagonista pensaba.

5.        «El sexto sentido» de M. Night Shyamalan: Aunque no es una novela, esta película es conocida por su giro inesperado al final que cambia la percepción del espectador sobre la trama y lleva a una conclusión sorprendente.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas (y una película) que tienen giros inesperados que las convierten en un éxito, pero hay muchas otras obras de ficción que han utilizado este recurso con gran efecto.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que no tienen giros inesperados y cuya trama es más predecible:

1.          «Orgullo y prejuicio» de Jane Austen: Esta novela clásica de romance sigue a una mujer que se enamora de un hombre rico, pero la trama es bastante predecible y no tiene giros inesperados importantes.

2.         «Harry Potter y la piedra filosofal» de J.K. Rowling: Esta novela de fantasía juvenil sigue a un joven mago que descubre su destino en el mundo mágico, pero la trama es relativamente predecible y no tiene muchos giros inesperados.

3.         «El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald: Esta novela clásica sigue a un hombre rico que se enamora de una mujer casada, pero la trama es bastante predecible y no tiene muchos giros inesperados importantes.

4.        «El señor de los anillos» de J.R.R. Tolkien: Esta novela de fantasía épica sigue a un grupo de personajes que buscan destruir un anillo mágico, pero la trama es relativamente predecible y no tiene muchos giros inesperados.

5.        «Los cuatro acuerdos» de Miguel Ruiz: Este libro de autoayuda sigue a un hombre que descubre cuatro acuerdos para vivir una vida más plena y feliz, pero la trama es bastante predecible y no tiene muchos giros inesperados importantes.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas y libros que no tienen giros inesperados y cuya trama es más predecible, pero esto no significa que sean obras de menor calidad o que no sean interesantes para los lectores. Cada obra tiene sus propias fortalezas y debilidades y es importante juzgarla en su conjunto.

Como ves, existen formas de conseguir que tus lectores se enganchen a tu obra, que pasen cada página deseando saber cómo sigue la historia. No hace falta que tu novela tenga todos los elementos a la vez, pero, es bueno revisar si al menos cumple un par de ellos. El éxito o el fracaso nunca está definido del todo, pero, sí es cierto, que estas cuestiones suelen estar detrás de las novelas olvidadas o presentes eternamente en el inconsciente cultural que nos rodea.

¿Y tú? ¿Conocías estos trucos con los que enganchar a tus lectores? ¿Los sueles poner en práctica? ¿Acabas de descubrir por qué tu obra no arranca?

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En este artículo voy a explorar los 5 temas más recurrentes en las novelas

Si estás buscando escribir una novela que sea un éxito, lo más importante es escoger un tema que haga vibrar a tus lectores. El tema es el cimiento de toda buena novela, si no es fuerte y significativo, puedes encontrarte con un fracaso que para nada quieres. Pero, ¿cuáles son los temas más exitosos en una novela? En este artículo voy a explorar los 5 temas más recurrentes en las novelas. Vamos con el primero y más universal de todos: el amor.

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Amor

Uno de los temas más exitosos es el amor

Uno de los temas más exitosos es el amor. Desde los clásicos románticos hasta las novelas contemporáneas, el amor siempre ha estado presente en la literatura y todavía no ha pasado de moda (y dudo mucho que alguna vez lo haga). Los lectores adoran leer sobre relaciones complejas, imposibles, atemporales, jóvenes, adultas, hermosas, terribles… Y qué decir de las dificultades que separan a los enamorados, esas son las historias más emocionantes.

Tienes muchas opciones para incluir el amor en el trasfondo de tu historia. Podrías escribir sobre un amor romántico, platónico, el amor de familia, el fraternal, el amor propio, el amor imposible, el amor maternal…

¿Quieres unos ejemplos de novelas cuyo tema más profundo es el amor?

Hay muchas novelas en la literatura universal que exploran el tema del amor de diferentes maneras, y cada una tiene su propio enfoque y estilo. Sin embargo, aquí están cinco novelas que han sido ampliamente reconocidas como algunas de las más importantes en la historia de la literatura en lo que respecta al tema del amor:

1.          «Romeo y Julieta» de William Shakespeare: esta obra clásica de teatro cuenta la trágica historia de amor entre dos jóvenes de familias rivales en la ciudad de Verona. Su amor es condenado desde el principio, pero siguen luchando para estar juntos en una de las historias de amor más famosas de todos los tiempos.

2.         «Orgullo y prejuicio» de Jane Austen: esta novela de la literatura británica del siglo XIX sigue la historia de amor entre Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, quienes se enamoran a pesar de sus diferencias de clase social y sus prejuicios.

3.         «Cumbres borrascosas» de Emily Brontë: esta novela cuenta la historia de amor y obsesión entre Heathcliff y Catherine Earnshaw en la campiña inglesa del siglo XIX. Es una historia oscura y emotiva sobre el amor que trasciende el tiempo y las convenciones sociales.

4.        «Anna Karenina» de Leo Tolstoy: esta novela rusa del siglo XIX sigue la vida de Anna Karenina, una mujer casada que se enamora de un oficial de la aristocracia. La obra explora el amor apasionado y la infidelidad en una época en la que se esperaba que las mujeres fueran fieles a sus esposos.

5.        «El amante de Lady Chatterley» de D.H. Lawrence: esta novela controversial del siglo XX cuenta la historia de amor entre Lady Constance Chatterley y el guardabosques Oliver Mellors. La novela explora la sexualidad y el amor entre clases sociales diferentes, y ha sido objeto de controversia debido a sus descripciones explícitas.

Estas son solo algunas de las muchas novelas que exploran el tema del amor de diferentes maneras, pero son consideradas algunas de las más importantes en la historia de la literatura universal.

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Viajes en el tiempo

El tema de los viajes en el tiempo es bastante recurrente en la literatura, ni siquiera tiene por qué ser una novela de ciencia ficción para contener este tema.

Para mí, una historia con viajes en el tiempo ya lo tiene todo, me da igual lo demás, solo por eso, ya la leo. Me chiflan, qué voy a decir en contra.

El tema de los viajes en el tiempo es bastante recurrente en la literatura, ni siquiera tiene por qué ser una novela de ciencia ficción para contener este tema. Es una temática que aborda, algo tan interesante, como jugar con qué pasaría si pudiera ir a cualquier momento de la historia.

Imagina las posibilidades, podrías crear un personaje que viaja al tiempo en el que se hicieron las pirámides; o un testigo de la muerte de Julio César; una joven que viaja hasta los tiempos de la reina Isabel de Castilla y que se convierte en criada en la corte; posibilidades infinitas.

Esta temática también suele abordar temas morales, qué haría un personaje si pudiera viajar al momento en que nació Hitler; o al instante en que se derramó la primera sangre durante la Revolución francesa…

Y qué me decís sobre viajar al futuro, poder ser testigo de la evolución humana, más orientada a la tecnología que a los cambios físicos.

La temática de los viajes en el tiempo ha sido explorada en numerosas novelas a lo largo de la historia de la literatura. Aquí hay cinco de las novelas más importantes en las que se aborda esta temática:

1.          «La máquina del tiempo» de H.G. Wells: publicada en 1895, esta novela es una de las primeras en explorar la idea de los viajes en el tiempo. Cuenta la historia de un científico que construye una máquina del tiempo y viaja al futuro para descubrir una sociedad dividida en dos clases sociales.

2.         «Un yanqui en la corte del rey Arturo» de Mark Twain: publicada en 1889, esta novela cuenta la historia de un hombre de Connecticut que se despierta en la Inglaterra medieval y se convierte en asesor del rey Arturo. Es una sátira sobre la sociedad victoriana y una exploración del choque cultural entre diferentes épocas.

3.         «El fin de la eternidad» de Isaac Asimov: publicada en 1955, esta novela cuenta la historia de una organización llamada Eternidad, que se dedica a controlar el flujo del tiempo en diferentes épocas. Un miembro de la organización se enamora de una mujer de otra época y comienza a cuestionar el papel de la organización en el control del tiempo.

4.        «La puerta del tiempo» de Philip K. Dick: publicada en 1957, esta novela cuenta la historia de un hombre que comienza a tener sueños vívidos de una vida en el futuro. Pronto descubre que puede viajar en el tiempo mientras está dormido y debe lidiar con las consecuencias de sus viajes en el tiempo.

5.        «La armadura del tiempo» de Poul Anderson: publicada en 1966, esta novela cuenta la historia de un viajero del tiempo que viaja al pasado para presenciar la muerte de un rey. Pero pronto descubre que sus acciones en el pasado tienen consecuencias impredecibles en el futuro y debe lidiar con las complicaciones que surgen de sus viajes en el tiempo.

Estas son solo algunas de las novelas más importantes en las que se aborda la temática de los viajes en el tiempo, y cada una ofrece una exploración única de los conceptos de tiempo y espacio en la literatura.

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Fantasía

La fantasía es un maravilloso lago inacabable del que todos los autores podemos beber sin miedo a empacharnos

Aunque es un género muy popular, es cierto que muchos lo desprecian. Eso es algo que no entiendo, porque yo, consumidora principalmente de obras de fantasía, terror y ciencia ficción, sé apreciar un buen libro cuando lo tengo entre mis manos. Muchos rechazan, por el simple hecho de estar hablando de fantasía, cualquier obra, por muy buena que sea. No desprecies nunca ninguna obra por su temática.

Es una temática que da mucho juego, puedes crear un mundo o todo un universo. La fantasía es un maravilloso lago inacabable del que todos los autores podemos beber sin miedo a empacharnos.

La fantasía es un género que siempre ha sido muy popular, y que ha sido popularizado aún más en la última década gracias a series de televisión como Juego de tronos o a principios de siglo, con la adaptación cinematográfica del Señor de los Anillos. Las historias de fantasía pueden incluir elementos como magia, criaturas míticas y mundos imaginarios.

El género de la fantasía ha sido una parte importante de la literatura universal, y ha sido utilizado por muchos autores para explorar temas y emociones que van más allá de los límites de la realidad. Estas son cinco de las novelas de la literatura universal más importantes que abordan el tema de la fantasía:

1.          «El Señor de los Anillos» de J.R.R. Tolkien: publicada originalmente en 1954, esta trilogía sigue la lucha del hobbit Frodo Bolsón y sus compañeros para destruir un anillo mágico que tiene el poder de destruir el mundo. La obra es una exploración épica de la amistad, el coraje y la lucha entre el bien y el mal.

2.         «Las Crónicas de Narnia» de C.S. Lewis: publicadas originalmente entre 1950 y 1956, estas siete novelas cuentan la historia de un mundo mágico llamado Narnia y las aventuras de los niños que descubren este mundo. La serie es una exploración de la lucha entre el bien y el mal, y la importancia de la fe y la esperanza en tiempos difíciles.

3.         «Harry Potter y la Piedra Filosofal» de J.K. Rowling: publicada originalmente en 1997, esta novela presenta al joven mago Harry Potter y su viaje para descubrir su verdadera identidad en el mundo mágico. La serie explora temas como la amistad, el valor y la lucha contra la opresión.

4.        «Alicia en el país de las Maravillas» de Lewis Carroll: publicada originalmente en 1865, esta novela cuenta la historia de una joven llamada Alicia que cae en un agujero y entra en un mundo mágico lleno de personajes extraños. La obra es una exploración de la lógica y la razón, y la importancia de la imaginación y la creatividad en la vida.

5.        «El mago de Oz» de L. Frank Baum: publicada originalmente en 1900, esta novela cuenta la historia de Dorothy, una joven que es transportada a un mundo mágico llamado Oz y debe encontrar el camino de regreso a casa. La obra es una exploración de la amistad, la lealtad y el valor en tiempos difíciles.

Estas son solo algunas de las novelas más importantes de la literatura universal que abordan el tema de la fantasía, y cada una ofrece una exploración única de los conceptos de la imaginación, el coraje y la lucha entre el bien y el mal.

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Misterio

Las historias de misterio y suspense siempre han sido muy populares entre los lectores, ya que ofrecen intriga y emoción

Las historias de misterio y suspense siempre han sido muy populares entre los lectores, ya que ofrecen intriga y emoción. Los escritores pueden explorar diferentes subgéneros dentro de este tema, como la novela negra, el thriller psicológico o la novela de detectives.

El primer libro que leí que no era infantil fue Asesinato en el Orient Express. Desde ese momento, me lancé a las palabras que nos dejó la genial Agatha Christie y disfruté de sus historias con el enigma continuo de quién sería el asesino.

Las novelas de misterio siempre gustan, a todos nos intriga ese mundo oscuro que abarca los crímenes más atroces, los ladrones más habilidosos o los detectives más carismáticos. Una buena novela de misterio tiene el éxito asegurado.

El misterio y el suspense son elementos que han sido utilizados por los autores de la literatura universal para crear historias emocionantes y cautivadoras. Aquí hay cinco novelas que son consideradas algunas de las más importantes que abordan el tema del misterio y el suspense:

1.          «El nombre de la rosa» de Umberto Eco: publicada originalmente en 1980, esta novela cuenta la historia del fraile franciscano Guillermo de Baskerville y su ayudante Adso de Melk mientras investigan una serie de asesinatos en una abadía medieval. La obra es una exploración de la fe, la razón y la lucha entre el poder y el conocimiento.

2.         «Asesinato en el Orient Express» de Agatha Christie: publicada originalmente en 1934, esta novela presenta al famoso detective belga Hercule Poirot mientras investiga el asesinato de un pasajero a bordo del Orient Express. La obra es una exploración de la justicia, la venganza y la moralidad.

3.         «El psicoanalista» de John Katzenbach: publicada originalmente en 2002, esta novela cuenta la historia del psicoanalista Dr. Starks mientras es secuestrado por uno de sus pacientes y debe resolver una serie de acertijos para salvar su vida. La obra es una exploración de la psicología y la naturaleza humana.

4.        «Rebecca» de Daphne du Maurier: publicada originalmente en 1938, esta novela cuenta la historia de una joven que se casa con un hombre adinerado y debe lidiar con la presencia constante de su exesposa fallecida, Rebecca. La obra es una exploración del amor, la obsesión y la identidad.

5.        La chica del tren, de Paula Hawkins. Publicada en 2015, esta novela cuenta la historia de Rachel Watson, una mujer alcohólica y desempleada que se obsesiona con la vida de una pareja aparentemente perfecta que ve desde la ventana del tren. Cuando la mujer desaparece misteriosamente, Rachel se ve envuelta en una trama de mentiras, engaños y traiciones mientras intenta descubrir qué le sucedió a la chica del tren. La obra es una exploración de la memoria, la percepción y la verdad, y ha sido aclamada por su intriga y tensión emocional.

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Aventura

Beautiful woman hiker enjoying amazing landscapes near wild mountain river.

Una de las temáticas más exitosas del cine, también lo es en la literatura. Las obras de aventura nos transportan a lugares remotos que jamás podríamos conocer de otra forma. Una buena obra con esta temática se convertirá rápidamente en un éxito para todo tipo de lectores.

Las historias de aventura son muy populares, ya que ofrecen emoción y acción. Los escritores pueden explorar diferentes tipos de aventuras, como la exploración de lugares remotos, la caza de tesoros, la lucha contra villanos, entre otros.

Las novelas de aventuras han cautivado a los lectores durante siglos, transportándolos a mundos imaginarios llenos de peligro, emoción y descubrimiento. Aquí hay cinco novelas de la literatura universal que se han destacado por su habilidad para capturar la emoción de la aventura:

1.          «La isla del tesoro» de Robert Louis Stevenson: publicada originalmente en 1883, esta novela cuenta la historia del joven Jim Hawkins mientras se embarca en una peligrosa expedición para encontrar un tesoro escondido en una isla remota. La obra es una exploración de la lealtad, la codicia y la moralidad.

2.         «Las aventuras de Tom Sawyer» de Mark Twain: publicada originalmente en 1876, esta novela cuenta la historia del travieso Tom Sawyer mientras se embarca en una serie de aventuras en la ciudad ficticia de St. Petersburg, Missouri. La obra es una exploración de la infancia, la libertad y la imaginación.

3.         «Moby Dick» de Herman Melville: publicada originalmente en 1851, esta novela cuenta la historia del capitán Ahab mientras busca venganza contra una ballena blanca gigante que le arrebató una pierna en una expedición anterior. La obra es una exploración de la obsesión, la locura y la lucha entre el hombre y la naturaleza.

4.        «Robinson Crusoe» de Daniel Defoe: publicada originalmente en 1719, esta novela cuenta la historia del náufrago Robinson Crusoe mientras lucha por sobrevivir en una isla desierta después de un naufragio. La obra es una exploración de la supervivencia, la soledad y la redención.

5.        «Las aventuras de Huckleberry Finn» de Mark Twain: publicada originalmente en 1884, esta novela cuenta la historia del joven Huck Finn mientras huye de su padre abusivo y se embarca en una aventura por el río Misisipi con su amigo esclavo Jim. La obra es una exploración de la libertad, la amistad y la justicia.

Estas son solo algunas de las novelas más importantes de la literatura universal que abordan el tema de la aventura, y cada una ofrece una exploración única de los conceptos de la valentía, la exploración y el descubrimiento.

Como ves, dentro de cada temática existen miles de ejemplos y posibilidades. ¿Por qué no mezclar géneros? Si logras tejer una buena trama sobre los cimientos de dos temáticas, tendrás a los lectores en el bolsillo. ¿No te entran ganas de ponerte ya a escribir?

¿Ya has elegido tema para tu próxima novela? Puedes compartirlo con todos en los comentarios. Y si no te has suscrito al blog, ¿a qué estás esperando? Infinitos monos es el blog de los escritores.

Y si necesitas ayuda y tienes dudas cuando te pones a escribir, yo puedo ayudarte a encontrar el camino. Conviértete en mecenas en mí Patreon y tendrás la posibilidad de preguntarme lo que quieras, hasta te corrijo los textos que necesites. Pásate por mí Patreon y mira las condiciones.

Y también puedes visitar mi canal de YouTube, en él estoy empezando un proyecto en el que voy publicando fragmentos para que todos los escritores que se unan mejoren en su narrativa. Todavía no es una publicación semanal, pero es mi intención que lo sea en el futuro.

Ya sabes, deja aquí abajo tus comentarios y suscríbete al blog, y, si quieres un poco de ayuda extra, pásate por Patreon.

Un saludo y hasta pronto, Lola.

Cómo ser escritor
Cómo ser escritor. Descubre cómo lograrlo con estos 7 consejos.

La gran movida de escribir. Mira, escribir hoy en día es pan comido, algo que te enseñan desde que eres un renacuajo. Pero antes, esto era cosa de gente con posibles, no para cualquiera. Hay quien se cree que plantarse delante del ordenador y parir un Best Seller es moco de pavo. Pero vamos, tú y yo sabemos que eso es pan comido, ¿a que sí?

A lo mejor ya has garabateado algo, tienes por ahí una historia que puede que sea la bomba. O puede que la idea de escribir un novelón todavía te de yuyu y hayas empezado probando suerte con algún relato más chiquitín. Da igual lo que hayas hecho hasta ahora, porque te sigue rondando la misma duda: ¿Cómo narices se hace eso de ser escritor?

Y es que ser escritor no es solo vomitar palabras y ya. No, colega, es mucho más. Es echarle horas, es querer mejorar cada día y es, sobre todo, tener unas ganas locas de contar historias que, oye, igual un día alguien más que tu madre se anima a leer.

Ser escritor es un arte que combina el toque mágico de la creatividad con la destreza de un cirujano, requiere de un tute de dedicación y de darle al coco sin parar, porque si picar piedra es duro, darle a las teclas puede dejarte frito.

Al escribir, te metes en un berenjenal de emociones y lo que buscas es que tu historia sacuda al lector por dentro tanto como a ti. Claro, tu rollo es entretener, que se lo pasen pipa leyendo tus movidas. Pero, ya sabes, entretener hoy en día es un curro de narices con todo a un clic de distancia: la tele, el móvil, ese cacharro que no suelta la peña ni para ir al baño. Tú les pides a tus lectores que se acoplen en su rincón favorito, que se enchufen buena luz, que se aguanten el libraco y que se sumerjan en tu mundo. Que se despeguen de las mil pantallas que les bombardean con chorradas es, sin duda, una proeza.

Pero tú, con todo y con eso, quieres ser escritor.

Así que, aquí van unos consejos que te van a venir de perlas si estás decidido a seguir este camino.

 Vamos allá:

  1. Devorar libros como si no hubiera un mañana.

A ver, puede que haya escritores que no se empapan de otros autores, y eso, a mí modo de ver, es como querer ser chef sin probar bocado de lo que hacen los demás. Leer es como el gimnasio para el cerebro, es lo que te pone las neuronas cachas y te abre las puertas a universos que ni te imaginas. Si quieres escribir de la leche, tienes que empaparte de literatura hasta el tuétano.

Entonces, ¿qué tienes que leer? Tómatelo todo, desde la etiqueta del champú hasta el librillo ese que te dejan en el banco. Porque, créeme, nunca sabes dónde va a saltar la chispa de la próxima movida que escribas.

No te pongas tikismikis con los géneros; igual ese libro que no te mola te enseña más que cien que te chiflan. Fíjate en cómo el autor ha montado el tinglado, en qué punto la historia te pierde o cómo hubieras manejado tú a los personajes. Y no te quedes solo en las novelas, que hay vida más allá. Los ensayos, las obras de teatro, los guiones de cine, las biografías… todo eso es carnaza para tu imaginación. Cuanto más empapes tu coco de todo tipo de letras, más tocho será lo que tú escribas y más se lo gozarán tus lectores.

  • Darle a las teclas como si no hubiera un final.

Vale, capitán obvio al rescate: si quieres ser escritor, lo mínimo es escribir. ¿Y cuánto? Pues todos los benditos días, aunque sea el tiempo que tardas en cantar un estribillo pegajoso. Tiene que ser una costumbre, como el café de por la mañana.

Piénsalo, si las lecturas son tus mancuernas, escribir es tu maratón diario. Y ojo, no hace falta que te curres una novela cada vez que te sientas. Puedes soltar lo primero que te pase por la cabeza. Así, sin más. No es tontería, es como hacer flexiones para tu cerebro. Estás programándolo para que, cuando te pongas serio con tus historias, esté listo para correr la maratón.

Y si te atascas, búscate ejercicios de escritura. Hay un montón en YouTube, como el cuaderno de bocetos para escritores que estoy montando en el canal de Infinitos monos (aunque tristemente lo tengo abandonado por falta de tiempo). Te tiro un tema o una idea y tú le das al tarro. Es un método maravilloso para pillar soltura escribiendo, para que te hagas un as construyendo tramas y personajes, y para que pruebes rollos de escribir que ni te imaginabas que te molarían.

Al final, para ser escritor tienes que echarle horas y ganas para pulir esas técnicas que te hacen falta. Y recuerda, la práctica hace al maestro, así que a darle sin parar.

  • Conocer la técnica.

Como cualquier disciplina artística, escribir también requiere de unos conocimientos básicos que convierten el arte en mejorable. Dedica tiempo a aprender y a leer libros sobre escritura.

Gracias a la parte técnica, puedes convertir la historia más común, en algo novedoso e interesante. Asistir a talleres de escritura puede ser de gran ayuda para poner en práctica esta parte técnica.

Crear historias es complicado, porque requiere de mucho trabajo y, si no sabes lo que haces, puedes estropear y llevar al fracaso una buena historia. A mí me gusta pensar que una buena trama es como el mecanismo de un reloj, cada pieza es necesaria para mover las que la rodean y si todas sirven al propósito de tu historia, tendrás en tus manos una gran obra.

Puedes hacerte con una de las guías que encontrarás en la tienda de Infinitos monos y comenzar a entender cómo es escribir un libro.

  • Darle caña a tu rollo personal.

Vale, este es un punto chungo, porque lo de pillar tu propio estilo es como buscar una aguja en un pajar. Lo más fácil es empezar por lo que te mola, lo que sueles leer. Es lo que más se parece a lo que eres, al tío o tía con pluma que llevas dentro. Ese escritor que está ahí, agazapado, tiene que encontrar la forma de salir y darse a conocer. Y, claro, puede que te desesperes porque no ves si ya lo has conseguido hasta que un día, zas, lo ves ahí, en tus propias palabras.

Hay quien lo tiene más claro que el agua desde el principio, pero la mayoría vamos a tientas.

Si estás más perdido que un pingüino en un garaje y te cagas en los pantalones pensando que no vas a ser el escritor que sueñas, pues dale al tema de imitar a alguien que te flipa. Pero ojo, imitar, que no es lo mismo que copiar. Copiar es de pringados y hasta te pueden meter en un lío legal. Tú no, colega. Pero sí que puedes sacar chispas de tu admiración por ese autor, escribir de cosas que os flipen a los dos. Eso te va a ayudar a soltarte y, con el tiempo, a que encuentres tu propia voz sin copiar a nadie.

  • Dale una vuelta de tuerca a lo que has escrito.

Escucha, cada palabra que plasmas es tu carta de presentación al mundo. O sea, que tienes que mimar cada texto como si fuera tu bebé. La ortografía, cómo encajas las frases, la pulcritud… son la mar de importantes cuando enseñas o publicas lo que has escrito. Una manera de pillarle el tranquillo a esto es leyendo a saco, aunque te aviso, que últimamente me encuentro con cada patada al diccionario en las novelas que es para echarse a temblar. Me parece de traca que un escritor pase de esta parte tan crucial del curro de escribir. Así que ya sabes, repasa tus textos y no dejes que los gazapos te jueguen una mala pasada.

Otro rollo que no puedes pasar por alto, sobre todo si te metes en concursos o si le tiras tus folios a una editorial, es el tema de las instrucciones. Si te piden cincuenta páginas, ni se te ocurra enviar cincuenta y una, ni cuarenta y nueve y media. Cincuenta clavadas. Y si te especifican el tipo de letra, el tamaño, los márgenes, pues eso es lo que hay. Pasar de eso es la mejor manera de que ni se molesten en ojear lo que has currado.

  • Haz piña con otros que escriben.

Verás, cualquier movida es más guay si tienes colegas que flipan con lo mismo que tú. Con las redes sociales, puedes conocer a escritores de cualquier rincón del planeta. Vale que escribir es un curro de lobo solitario, pero todo lo que rodea a la escritura es para compartir. Nunca se sabe cuándo un par de palabras con otro que entiende de letras te va a sacar de un atasco mental o te va a encender la bombillita que necesitas para salir del túnel.

Lo que no mola nada es caer en la trampa de compararte o de tirar por tierra lo que hacen los demás. Toda crítica tiene que ser para sumar, nunca para restar. Y si te quieres dedicar a esto, tienes que estar dispuesto a tragar y digerir las críticas. Claro que te vas a encontrar con algún zascas que parece que van a saco a hundirte, pero ahí está el turrón: tienes que ser capaz de masticar esos comentarios, ver qué puedes sacar de bueno y usarlo para ponerte más fuerte en esto de escribir. Y así, cada vez que metas la pata, aprenderás algo nuevo y evitarás tropezar con la misma piedra.

  • No tires la toalla.

Ni se te ocurra claudicar, colega. A lo mejor no te ves escribiendo bestsellers y viviendo del cuento, pero eso no es excusa para dejar de teclear. Hay un montón de gente que dibuja solo porque les sale de dentro, ¿por qué no ibas a escribir tú simplemente porque te llena?

Si le echas horas y un par de narices, quién te dice que no acabes siendo un escritor de los que salen en las solapas de los libros. Y no te cierres puertas: que no todo escritor vive de las novelas o los relatos. Escribir es un mundo. Puedes hacer artículos, crónicas, reseñas… o incluso escribir por y para otros. Si te mola darle al teclado pero pasar de los focos, igual lo tuyo es ser escritor fantasma (lo que antes se llama “negro”).

Pero si lo que quieres es que tu nombre esté en la portada, prepárate para que te la peguen con la puerta en las narices más veces de las que llevas calcetines. Tienes que tener claro que no solo estás soltando una historia al mundo, sino que estás dejando un trozo de ti en cada página. Y no a todo el mundo le tiene que molar tu rollo. Que te publiquen depende de mil movidas, así que no te preocupes con los pasas, sigue dándole al timbre. Al final, alguna puerta se abrirá, ya verás.

Y algo vital en esto de ser escritor es que te mires al espejo y reconozcas tus cagadas, tus puntos flacos, y que te aprendas el mantra de que lo que no te hunde te hace más duro. Agarra las críticas, dale al tarro y piensa en cómo petarlo más en la próxima. Es como el que salta con pértiga: no pasa la barra a la primera. Su entrenador le dice dónde la ha pifiado y lo vuelve a intentar. Con cada salto, tiene a alguien que le sopla qué hacer para no volver a cagarla.

Ahora ya tienes una idea más clara de cómo ser escritor. No es un camino de rosas, que va, a pesar de lo que mucha peña pueda pensar. Escribir puede ser tu vía de escape, tu pasión, tu forma de desahogarte… hay mil razones para darle a las teclas. Sea lo que sea que busques, si quieres ser un profesional de las palabras, un autor reconocido o un maestro de los artículos, necesitas una buena base para construir tu castillo.

¿Qué, cómo lo ves? ¿Ya tienes más claro eso de cómo ser escritor?

Si te han surgido mil y una dudas o si quieres comentar cualquier movida, suelta lo que llevas dentro en los comentarios y le damos caña juntos. Aquí estoy para echarte una mano en lo que pueda.

Si todavía no te has ido y sigues ahí dándole vueltas a cómo ser escritor y empapándote de todo lo que te he soltado. Si te mola lo que estás leyendo y te sirve para ponerte las pilas con tus letras, ¿por qué no te suscribes?

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