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7 trucos para enganchar a tus lectores

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Trucos para captar la atención de los lectores
7 trucos para captar la atención de los lectores

7 trucos para enganchar a tus lectores

Los escritores tenemos que competir con toda clase de distracciones. La televisión es una terrible ladrona de lectores. Es difícil competir contra algo que ofrece diversión a cambio de sentarse y abrir los ojos y los oídos. Un libro exige más atención, que el lector se siente y se relaje y rato, que se olvide de la tele, del móvil, otro gran enemigo de los escritores. Los que amamos leer sabemos que ninguna serie ni película es capaz de mejorar un buen libro, bueno, alguno sí, pero pocos.

Por eso, para que sepas cómo hacer que se olviden un rato de sus vidas y que no se preocupen por no poder compartir la clave de Netflix, he escrito este artículo: 7 trucos  para enganchar a tus lectores.

1

La intriga

Empieza con una escena intrigante
Empieza con una escena intrigante

Empieza con una escena intrigante: Desde la primera línea, es importante que el lector sienta curiosidad por lo que está sucediendo en la historia. Puedes comenzar con una situación misteriosa, un conflicto emocionante o una pregunta que invite al lector a seguir leyendo para obtener la respuesta.

«La cúpula» de Stephen King podría considerarse un ejemplo de novela que comienza con un misterio y que no se descubre hasta el final.

En esta novela, una cúpula invisible cae sobre la pequeña ciudad de Chester’s Mill, dejando a los residentes atrapados adentro. A medida que la situación se vuelve cada vez más desesperada, los residentes luchan por sobrevivir en medio del caos, la confusión y la violencia.

A medida que la trama avanza, los personajes comienzan a descubrir pistas y secretos sobre la cúpula, incluyendo quién o qué está detrás de ella y por qué se colocó allí en primer lugar. El gran misterio de la novela no se resuelve hasta el final, cuando se revela la verdad detrás de la cúpula y su propósito.

«La cúpula» es una novela de suspense y ciencia ficción que ofrece una lectura emocionante y llena de giros y sorpresas hasta el final. Con una gran cantidad de personajes complejos y una trama envolvente, es una excelente muestra de cómo una novela puede mantener al lector en vilo hasta el último momento. Qué mejor forma de captar la atención del lector, que plantar una cúpula invisible que parte por la mitad a un castor y hace que una avioneta se estrelle contra ella.

2

Personajes memorables

Crea personajes interesantes y complejos que los lectores puedan comprender y con los que puedan identificarse.
Crea personajes interesantes y complejos que los lectores puedan comprender y con los que puedan identificarse.

Los personajes son la clave para que los lectores se sientan emocionalmente involucrados en la historia. Crea personajes interesantes y complejos que los lectores puedan comprender y con los que puedan identificarse.

Cuántas veces te has leído del tirón un libro, por el simple hecho de encontrarte con un personaje que querrías como amigo. Escribir buenos personajes es un imán para atraer lectores y obligarlos a leer hasta la última coma de tu trabajo.

Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle: Holmes es un detective privado inglés, conocido por su capacidad para resolver casos aparentemente imposibles gracias a su agudo poder de observación y razonamiento deductivo. Se ha convertido en parte de la cultura occidental. Seguro que alguna vez has escuchado: ¿Te crees Sherlok Holmes? Ante alguien que quiere desvelar algún problema o misterio.

Huckleberry Finn de Mark Twain: Huckleberry Finn es el protagonista de la novela «Las aventuras de Huckleberry Finn», un niño pícaro y aventurero que vive en el sur de los Estados Unidos en la década de 1830.

Elizabeth Bennet de Jane Austen: Elizabeth es la protagonista de «Orgullo y Prejuicio», una joven inteligente, vivaz e independiente que desafía las expectativas sociales de la época y lucha por encontrar el amor verdadero.

Holden Caulfield de J.D. Salinger: Holden es el protagonista de «El guardián entre el centeno», un joven cínico y rebelde que lucha por encontrar su lugar en el mundo y se enfrenta a la hipocresía y la falsedad de la sociedad.

Bilbo Bolsón de J.R.R. Tolkien: Bilbo es el protagonista de «El Hobbit», un hobbit pacífico y hogareño que se embarca en una peligrosa aventura para ayudar a un grupo de enanos a recuperar su tesoro robado.

Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes: Don Quijote es el protagonista de la novela homónima, un caballero andante que se adentra en el mundo real en busca de aventuras y justicia, pero que a menudo se confunde por su locura. Ya sabes, en la vida hay muchos Quijotes.

Atticus Finch de Harper Lee: Atticus es el protagonista de «Matar a un ruiseñor», un abogado y padre soltero en la década de 1930 en el sur de los Estados Unidos, quien defiende a un hombre negro acusado de un crimen que no cometió, desafiando así la discriminación racial de la época.

Estos son solo algunos ejemplos de personajes memorables en la literatura, hay muchos más, tal vez el siguiente sea tuyo, o mío, ¿por qué no soñar?

3

El lenguaje

Usa un lenguaje evocador y descriptivo que haga que el lector se sienta como si estuviera allí con los personajes, experimentando la historia al instante.
Usa un lenguaje evocador y descriptivo que haga que el lector se sienta como si estuviera allí con los personajes, experimentando la historia al instante.

La elección de palabras es importante en cualquier texto literario. Usa un lenguaje evocador y descriptivo que haga que el lector se sienta como si estuviera allí con los personajes, experimentando la historia al instante.

No te exijas el uso de palabras rebuscadas o que suenen cultas, o bien, no. Eso es un error de dimensiones estratosféricas, ¿verdad? Con lo fácil que me hubiera sido decir, que es un error muy grande y ya… No. Utiliza un lenguaje adaptado a tu historia, sí. Pero intenta escribir con naturalidad, si tu personaje es pedante, pues que sus diálogos lo representen, pero, si no es así, no pongas palabras que no pegan ni con cola.

Un ejemplo de novela en la que el uso rebuscado del lenguaje la convierte en un fracaso es «Gatsby» de Ernest Vincent Wright.

Publicada en 1939, «Gatsby» es una novela experimental que se escribió sin la letra «e». Wright se propuso el desafío de escribir una novela completa sin la letra «e», lo que resultó en un uso altamente rebuscado del lenguaje y una trama confusa e incomprensible.

La trama sigue al personaje principal, John Gatsby, quien es elegido como alcalde de una pequeña ciudad en Nueva York y se propone revitalizar la comunidad. Sin embargo, debido al uso forzado del lenguaje, la novela es difícil de leer y comprender, lo que la convierte en un fracaso literario.

Aunque «Gatsby» fue un experimento interesante y desafiante, el uso rebuscado del lenguaje se convirtió en un obstáculo insuperable para la mayoría de los lectores y críticos literarios, lo que llevó a que la novela no fuera bien recibida en su época y no haya perdurado en la historia de la literatura.

También hay casos, en los que el problema no es la pérdida de calidad, el problema es que todos los lectores no tienen el nivel necesario, ni las ganas, para detenerse a leer con calma y atención una novela.

Otro ejemplo de una novela en la que el uso rebuscado del lenguaje la convierte en un fracaso es «A la recherche du temps perdu» (En busca del tiempo perdido) de Marcel Proust.

Esta obra, publicada entre 1913 y 1927, es considerada una de las más grandes obras de la literatura francesa, pero su estilo de escritura es conocido por ser altamente rebuscado y difícil de leer.

La trama sigue al narrador, quien recuerda su vida a través de una serie de experiencias y encuentros con personajes diversos. Sin embargo, el estilo de Proust incluye largas oraciones, uso excesivo de adjetivos y descripciones detalladas, lo que puede hacer que el texto sea difícil de seguir y comprender.

A pesar de su gran impacto en la literatura, la complejidad y la densidad del lenguaje de Proust pueden resultar en una lectura desafiante para algunos lectores, lo que puede dificultar el disfrute de la obra.

Una novela en la que el uso del lenguaje es demasiado rebuscado y puede resultar difícil de leer es «Finnegans Wake» de James Joyce.

En esta novela, Joyce experimenta con el lenguaje y crea una obra de gran complejidad y densidad lingüística. La trama es difícil de seguir y los personajes son difíciles de entender, pero lo más desafiante es el uso del lenguaje.

Joyce utiliza un estilo altamente elaborado y enrevesado, lleno de neologismos, juegos de palabras y referencias oscuras. A menudo se cambia de idiomas, destruye la sintaxis y crea palabras nuevas que desafían la comprensión del lector.

Incluso los críticos más experimentados han luchado para entender «Finnegans Wake» en su totalidad, lo que ha llevado a que algunos lo consideren una obra genial, pero también inaccesible y demasiado difícil de leer.

4

El ritmo

Asegúrate de que el ritmo de la narrativa sea adecuado y que no haya momentos en los que la historia se estanque.

Es importante que la historia se desarrolle de manera constante y que haya suficiente tensión y suspense para mantener al lector interesado. Asegúrate de que el ritmo de la narrativa sea adecuado y que no haya momentos en los que la historia se estanque.

No es necesario que lleves un ritmo trepidante, ni que te detengas a explicar con detenimiento cada cosa que escribas. Hay que encontrar el ritmo perfecto. Combinar los periodos de calma, con la acción, los diálogos, las descripciones… todo en su justa medida.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que tienen el ritmo perfecto y eso las convirtieron en éxitos:

«El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald: Esta novela cuenta la historia del misterioso millonario Jay Gatsby y su obsesión por la mujer que ama. La prosa de Fitzgerald fluye con elegancia y precisión, y la trama se desarrolla a un ritmo cautivador que mantiene al lector enganchado hasta el final.

«Harry Potter y la piedra filosofal» de J.K. Rowling: El primer libro de la serie de Harry Potter es un ejemplo perfecto de cómo mantener un ritmo ágil y emocionante. Rowling equilibra hábilmente la acción, el misterio y la magia, creando un universo narrativo que es fascinante y adictivo.

«Matar a un ruiseñor» de Harper Lee: Esta novela, que trata temas de justicia y prejuicio en el Sur de Estados Unidos, tiene un ritmo pausado y reflexivo que se adapta perfectamente a la narración de la historia desde el punto de vista de la joven Scout Finch. La voz narrativa de Lee es elegante y emotiva, y el ritmo de la novela lleva al lector a través de una exploración profunda de la condición humana.

«Cien años de soledad» de Gabriel García Márquez: Esta novela utiliza un estilo de narración mágico y surrealista para contar la historia de la familia Buendía y su ciudad ficticia, Macondo. García Márquez maneja hábilmente el tiempo y el espacio, creando una obra de ritmo perfecto que lleva al lector a través de una exploración fascinante de la cultura y la historia latinoamericanas.

«Orgullo y prejuicio» de Jane Austen: Esta novela de la época georgiana cuenta la historia de Elizabeth Bennet y su búsqueda del amor verdadero. La prosa de Austen es elegante y precisa, y el ritmo de la novela es equilibrado, con momentos de tensión y emoción que hacen que la lectura sea adictiva y satisfactoria.

5

El conflicto

Asegúrate de que el conflicto sea emocionante y tenga suficiente en juego para que el lector se preocupe por lo que sucede a continuación.

Toda buena historia tiene un conflicto que debe resolverse. Asegúrate de que el conflicto sea emocionante y tenga suficiente en juego para que el lector se preocupe por lo que sucede a continuación. Ese conflicto podría ser esa Gran Pregunta a la que se enfrenta tu protagonista. No es suficiente con exponerlo claramente, ni veladamente, no, es necesario que quede claro a lo largo de la obra y que sea resuelto al final de la misma. Y esa resolución puede ser positiva o negativa, incluso puede ser un quizás. Pero de alguna forma, no debe dejar al lector con una duda. Un quizás no está definido del todo, pero sí puede satisfacer al lector. No dar ni siquiera un quizás, es lo peor que puedes hacerle a tus lectores y a tu obra.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas en las que el protagonista se enfrenta a un conflicto emocionante:

«El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald: El protagonista, Jay Gatsby, lucha por recuperar el amor de su vida, Daisy, mientras navega por la alta sociedad de Nueva York en los años 20.

«1984» de George Orwell: El protagonista, Winston Smith, se rebela contra el control totalitario del estado y la manipulación de la verdad en una sociedad distópica.

«El juego de Ender» de Orson Scott Card: El protagonista, Ender Wiggin, es entrenado para liderar una guerra intergaláctica contra una raza alienígena, pero a medida que se desarrolla el conflicto, comienza a cuestionar la moralidad de su misión.

«Matar a un ruiseñor» de Harper Lee: El protagonista, Scout Finch, aprende valiosas lecciones sobre el racismo y la justicia a través del proceso de defensa de su padre, Atticus Finch, en un caso de acusación falsa.

«El Hobbit» de J.R.R. Tolkien: El protagonista, Bilbo Bolsón, se embarca en una aventura peligrosa para recuperar un tesoro robado por el dragón Smaug, enfrentándose a múltiples peligros y desafíos en el camino.

«Las aventuras de Huckleberry Finn» de Mark Twain: El protagonista, Huck Finn, escapa de su padre abusivo y se une a Jim, un esclavo fugitivo, en un viaje por el río Mississippi, desafiando las leyes y las normas sociales de la época.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas en las que el protagonista se enfrenta a un conflicto emocionante y desafiante, pero hay muchas otras novelas que también presentan situaciones similares.

6

Los diálogos

El diálogo puede ser una herramienta poderosa para agregar dinamismo a la narrativa.

El diálogo puede ser una herramienta poderosa para agregar dinamismo a la narrativa. Crea diálogos interesantes que muestren la personalidad de los personajes y avancen la trama. Pero no te pases, a todos nos gusta leer diálogos, porque es la parte en la que la historia es más pura. Leemos las palabras directas de los personajes y podemos conocerlos mejor, sin el sesgo de un narrador que nos los presenta cómo él los ve. Si quieres aprender a escribir diálogos creíbles, puedes leer el artículo que escribí sobre el tema en el enlace que te dejo.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas en las que los diálogos son importantes y tienen mucho protagonismo:

1.          «Ulises» de James Joyce: Esta novela modernista es conocida por su estilo experimental y sus largos monólogos interiores, pero también tiene una gran cantidad de diálogos que reflejan la vida cotidiana de los personajes en Dublín.

2.         «Diario de un loco» de Nikolái Gógol: Esta novela corta está escrita en forma de diario y presenta los pensamientos y conversaciones del protagonista, un burócrata ruso que se vuelve loco.

3.         «Las aventuras de Sherlock Holmes» de Arthur Conan Doyle: Estas historias detectivescas se centran en los diálogos entre el famoso detective Sherlock Holmes y su compañero el Dr. Watson, mientras resuelven misterios en la Inglaterra victoriana.

4.        «La conjura de los necios» de John Kennedy Toole: Esta novela cómica presenta una serie de diálogos entre el protagonista, Ignatius J. Reilly, y los personajes excéntricos que lo rodean en la Nueva Orleans de los años 60.

5.        «La náusea» de Jean-Paul Sartre: Esta novela filosófica está escrita en forma de diario y presenta los pensamientos y diálogos internos del protagonista, Antoine Roquentin, mientras reflexiona sobre la existencia y la libertad.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas en las que los diálogos son importantes y tienen mucho protagonismo, pero hay muchas otras novelas que también presentan diálogos significativos y memorables.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que hacen un mal uso de los diálogos:

«Cincuenta sombras de Grey» de E.L. James: Esta novela erótica es criticada por sus diálogos repetitivos y poco realistas, que a menudo se sienten forzados y artificiales.

«El código Da Vinci» de Dan Brown: Esta novela de suspenso es criticada por sus diálogos expositivos, que a menudo se utilizan para explicar información en lugar de desarrollar la trama o los personajes.

«Crepúsculo» de Stephenie Meyer: Esta novela de romance sobrenatural es criticada por sus diálogos simplistas y poco realistas, que a menudo se centran en el romance y la belleza física de los personajes en lugar de su profundidad emocional o intelectual.

«El lector» de Bernhard Schlink: Esta novela se centra en una relación ilícita entre un adolescente y una mujer mayor, pero es criticada por sus diálogos planos y poco convincentes, que no logran transmitir la complejidad emocional de los personajes.

«El código enigma» de Michael Apted: Esta novela histórica se centra en la vida del matemático Alan Turing durante la Segunda Guerra Mundial, pero es criticada por sus diálogos forzados y poco realistas, que no logran transmitir la tensión emocional o la complejidad de los personajes.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas que hacen un mal uso de los diálogos, pero hay muchas otras novelas que también han sido criticadas por sus diálogos poco convincentes o forzados.

7

La sorpresa

Asegúrate de que la trama sea lo suficientemente compleja como para mantener al lector en vilo y de que haya sorpresas inesperadas que lo mantengan enganchado hasta el final.

Finalmente, para mantener el interés del lector, es importante tener giros sorprendentes e inesperados en la historia. Asegúrate de que la trama sea lo suficientemente compleja como para mantener al lector en vilo y de que haya sorpresas inesperadas que lo mantengan enganchado hasta el final.

Te mucho cuidado a la hora de sorprender a tus lectores, no vale con sacarse un as de la manga y cambiar las cosas a tu conveniencia, no. Cada hecho que acontezca, aunque pueda resultar inesperado, debe ser algo meditado y bien trabajado. Lo que quiero decir es que debe tener sentido en tu historia. No vale un sí porque sí.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que tienen giros inesperados que las convierten en un éxito:

1.          «La chica del tren» de Paula Hawkins: Esta novela de suspenso sigue a una mujer que se obsesiona con una pareja que ve desde el tren, pero cuando uno de los personajes desaparece, se produce un giro inesperado que cambia la perspectiva del lector y lleva a una conclusión sorprendente.

2.         «El psicoanalista» de John Katzenbach: Esta novela de suspenso sigue a un psicoanalista que es secuestrado por uno de sus pacientes, pero cuando se produce un giro inesperado en la trama, el lector descubre que hay mucho más en juego de lo que parece y que nada es lo que parece.

3.         «La sombra del viento» de Carlos Ruiz Zafón: Esta novela de misterio e intriga sigue a un joven que descubre un libro en una biblioteca misteriosa, pero cuando comienza a investigar la vida del autor, se produce un giro inesperado que cambia la dirección de la trama y lleva a una conclusión sorprendente.

4.        «Gone Girl» de Gillian Flynn: Esta novela de suspenso sigue a un hombre cuya esposa desaparece misteriosamente, pero cuando se produce un giro inesperado en la trama, el lector descubre que nada es lo que parece y que hay más en juego de lo que el protagonista pensaba.

5.        «El sexto sentido» de M. Night Shyamalan: Aunque no es una novela, esta película es conocida por su giro inesperado al final que cambia la percepción del espectador sobre la trama y lleva a una conclusión sorprendente.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas (y una película) que tienen giros inesperados que las convierten en un éxito, pero hay muchas otras obras de ficción que han utilizado este recurso con gran efecto.

Aquí te presento algunos ejemplos de novelas que no tienen giros inesperados y cuya trama es más predecible:

1.          «Orgullo y prejuicio» de Jane Austen: Esta novela clásica de romance sigue a una mujer que se enamora de un hombre rico, pero la trama es bastante predecible y no tiene giros inesperados importantes.

2.         «Harry Potter y la piedra filosofal» de J.K. Rowling: Esta novela de fantasía juvenil sigue a un joven mago que descubre su destino en el mundo mágico, pero la trama es relativamente predecible y no tiene muchos giros inesperados.

3.         «El gran Gatsby» de F. Scott Fitzgerald: Esta novela clásica sigue a un hombre rico que se enamora de una mujer casada, pero la trama es bastante predecible y no tiene muchos giros inesperados importantes.

4.        «El señor de los anillos» de J.R.R. Tolkien: Esta novela de fantasía épica sigue a un grupo de personajes que buscan destruir un anillo mágico, pero la trama es relativamente predecible y no tiene muchos giros inesperados.

5.        «Los cuatro acuerdos» de Miguel Ruiz: Este libro de autoayuda sigue a un hombre que descubre cuatro acuerdos para vivir una vida más plena y feliz, pero la trama es bastante predecible y no tiene muchos giros inesperados importantes.

Estos son solo algunos ejemplos de novelas y libros que no tienen giros inesperados y cuya trama es más predecible, pero esto no significa que sean obras de menor calidad o que no sean interesantes para los lectores. Cada obra tiene sus propias fortalezas y debilidades y es importante juzgarla en su conjunto.

Como ves, existen formas de conseguir que tus lectores se enganchen a tu obra, que pasen cada página deseando saber cómo sigue la historia. No hace falta que tu novela tenga todos los elementos a la vez, pero, es bueno revisar si al menos cumple un par de ellos. El éxito o el fracaso nunca está definido del todo, pero, sí es cierto, que estas cuestiones suelen estar detrás de las novelas olvidadas o presentes eternamente en el inconsciente cultural que nos rodea.

¿Y tú? ¿Conocías estos trucos con los que enganchar a tus lectores? ¿Los sueles poner en práctica? ¿Acabas de descubrir por qué tu obra no arranca?

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